Al Sporting se le complica la vida
La derrota en Montilivi no apea a los gijoneses del playoff pero les deja sin margen de error para las tres últimas jornadas
Por increíble que pueda parecer, para el Sporting hubiera sido mucho mejor que Bogdan hubiera estado cinco centímetros más atrás, pisando de lleno el área rojiblanca, cuando el balón le golpeó en el brazo. El árbitro habría señalado penalti y, obviamente, el VAR lo hubiera corregido por tratarse de una mano completamente pegada al cuerpo y, por tanto, no sancionable. Pero en este fútbol tecnológico y supuestamente más justo, en el que sin embargo solo se corrigen algunos errores, unos pocos centímetros pueden cambiarte la vida. Fruto de esa injusta falta lateral, llegó el gol que destrozó los planes del Sporting, que permite volar al Girona y, aunque no apea al equipo gijonés de los puestos de playoff, le deja sin margen de error para las tres últimas jornadas, salvo que el Rayo se lo conceda.
Durante unos instantes los sportinguistas soñaron con que el VAR lo dejara todo en un susto, por un aparente fuera de juego posicional de Santi Bueno tras el disparo de Juanpe, pero las imágenes señalaron que estaba completamente en línea precisamente con Bogdan, el último defensa rojiblanco.
El día que sale cruzado, no hay nada que hacer. Y el año que sale torcido, lo mismo. Que le digan ambas cosas a Aitor García, que tuvo en sus botas el empate en el minuto 81, en un contragolpe de manual en el que al onubense nada se le puede reprochar, desde su participación en el inicio de la jugada (que venía de un córner favorable a los catalanes) a su forma de definir en el mano a mano con el portero, pero con la mala suerte de que el larguero repelió un gol cantado. Fue lo único que hizo bien Aitor en toda la noche, pero incluso eso le salió mal.
Es evidente, e incluso lógico, que al Sporting se le está haciendo larga la temporada. Ha ganado uno de los últimos siete partidos, contra el penúltimo clasificado. El juego en la segunda parte de Montilivi, cuando el equipo se estiró, comenzó a presionar arriba y David Gallego se animó a desmontar el doble pivote defensivo, ofreció signos de mejora con respecto a partidos anteriores. Pero no fue suficiente. Más allá de la mala fortuna en la acción de Aitor, el equipo rojiblanco sigue teniendo un serio problema de gol, con Djuka desfondado y pocas alternativas. Manu García limita su aportación a alguna acción de calidad pero sin continuidad, Gaspar aportó poco más que ímpetu, los laterales muy poco y los mediocentros defensivos, teniendo que remontar, estuvieron demasiado tiempo sobre el césped. La entrada de Pedro Díaz supuso un cambio a mejor en el equipo. El sierense incluso intentó el gol con un disparo de media distancia.
Ya es más de lo que hizo el Sporting en la primera mitad, en el que el Girona mandó y, salvo una llegada de Djuka y un disparo lejano de Javi Fuego, todas las ocasiones de gol fueron catalanas. Stuani, guerrero, acarició el gol al rematar una falta colgada al área y Mariño tuvo que interevenir con éxito para evitar el tanto de Bárcenas a la media vuelta.
El colchón que tenía el Sporting hace mes y medio ha desaparecido por completo. Para aspirar al playoff, el equipo rojiblanco debe despejar la mente y afrontar un minitorneo de tres partidos en el que, en este momento, su rival es el Rayo Vallecano, con la ventaja de que a igualdad de puntos el Sporting saldría victorioso. Sacar los mismos puntos o alguno más que los madrileños es el objetivo, teniendo en cuenta que estos se enfrentarán al Oviedo la próxima jornada y cuesta creer que los azules vayan a hacerle un favor al eterno rival. El Sporting depende de sí mismo pero no puede fallar. Ganar a Las Palmas, en Fuenlabrada y en la última jornada al Almería es el objetivo. No es fácil, pero es posible.
David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...