Los inspectores de la Diputación de Bizkaia dieron 300 avisos a las residencias por problemas de limpieza

Bilbao

El diputado de Acción Social, Sergio Murillo, ha comparecido este jueves por la mañana en la Comisión de Acción Social de las Juntas Generales de Bizkaia para dar cuenta de las actuaciones realizadas por el ente foral con motivo del Plan General de Inspección y Control de Servicios y Prestaciones Sociales del 2020.

Según ha explicado Murillo, con motivo de la pandemia, se tuvo que hacer una "prórroga tácita" del plan trienal para 2017-2019. Además, fue necesario hacer otros dos planes extraordinarios: uno para coordinar la comunicación con las familias y la distribución de información de las residencias durante el confinamiento total de la primavera de 2020 y un segundo plan para vigilar el cumplimiento de las medidas de prevención para evitar la propagación del coronavirus en las residencias.

En este segundo programa, la Diputación ha realizado 1.574 inspecciones presenciales hasta febrero. A raíz de todas las visitas realizadas por los inspectores sólo hubo que emitir 22 expedientes sancionadores, aunque todos quedaron en amonestaciones porque se subsanaron los problemas detectados por los inspectores. Sin embargo, la Diputación se vio obligada a emitir 300 avisos y recordatorios "por no reportar de forma adecuada los procedimientos de limpieza".

De esos 300 avisos emitidos por el ente foral, 73 llegaron a ser requerimientos para subsanar esos problemas, que finalmente no llegaron a males mayores.

Las inspecciones ordinarias, en cambio, experimentaron una fuerte bajada de las incidencias: de en torno a un 60% con respecto a 2019. Los inspectores sólo notificaron 19 incumplimientos de los protocolos dictados por el Departamento de Acción Social. La mayoría, 15, estuvieron relacionados con la decisión que adoptó la Diputación de no sacar de las residencias de menores a los jóvenes que cumplieron la mayoría de edad durante el confinamiento, dándose excesos de ocupación en esos centros a lo largo de la primavera de 2020.

Las otras cuatro incidencias estuvieron relacionadas con los pisos tutelados y las residencias de ancianos. En un piso tutelado se encontró que había un acompañante en un piso individual. Las tres infracciones detectadas en las residencias de la red foral se debieron a la carencia de personal de enfermería durante un día en el que se realizó una inspección, a la falta de atención personalizada en otro geriátrico y una residencia donde no se colaboró con los inspectores durante su visita.