Kentucky se moviliza para evitar la deportación de un profesor asturiano: "Es difícil contener las lágrimas"
Ernesto García y su familia estudian una nueva vía que sentaría a la administración Biden ante la justicia
Ernesto García: "El cronómetro corre en contra, pero nuestro abogado nos ha pedido que no abandonemos el país"
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Asturias
La lucha de David contra Goliat culminó con el triunfo del pequeño sobre el grande. Un resultado inesperado al que se agarran Ernesto García y su familia en la 'pelea' que han iniciado con la administración de Joe Biden para no ser deportados de Estados Unidos. Este profesor gijonés de Lengua y Literatura Española ha agotado todas las vías administrativas para poder continuar en el país y han sido sus alumnos los que han iniciado una campaña que ha provocado que Kentucky se esté volcando con ellos para evitar el desenlace marcado. De hecho, han comenzado una recogida de firmas en change.org que ya supera las 2.200 rúbricas.
Ernesto llegó hace casi una década a EEUU. Primero estuvo en Nuevo México tres años y después llegó Kentucky. Lo último ha sido la localidad de Pineville, "un lugar apartado en las montañas, una zona minera similar a las cuencas de Asturias". Todos los años, salvo el último, los hizo con el programa de profesores visitantes "contando que el cambio de visado se iba a producir de forma natural. Es tan sencillo como que estas ahí, te necesitan y la cosa funciona. Más claro el agua, uno más uno son dos", ha asegurado.
¿Qué ha pasado para llegar hasta aquí? Un error a la hora de rellenar el visado. "Se marcó la casilla que no correspondía. Era profesor en secundaria, pero se puso post secundaria que correspondería a la universidad y yo no tengo credenciales. Creemos que ese fue el error que trajo consigo todo lo demás. Eso, unido a la pandemia, nos pilló contracorriente y se ha ido alargando de manera que nos hemos visto fuera de plazos. A ver cuando se produce un punto de inflexión en el que las cosas empiecen a vislumbrarse a favor nuestro porque se va complicando el caso y todo está en contra", ha explicado.
Vía judicial
Con los trámites administrativos agotados, ¿queda alguna opción? Lo cierto es que sí, es posible la vía judicial. El tiempo corre para Ernesto y su familia porque desde que recibieron la negativa se abre un plazo de tres meses para la salida. "El cronómetro está contando en nuestra contra. Hemos agotado el primer mes, estamos en el segundo y el abogado nos ha pedido que no abandonemos el país, que lo iba a tomar con carácter de urgencia", ha apuntado.
Una deportación, además del sentimiento, implica otras cosas. La hija de Ernesto y Ana -'cuca' como la llama cariñosamente- tiene 19 años. El problema que se abre para Adelaida -Ade para la familia- es que un retorno implicaría una adaptación al modelo educativo español ya que ambos sistemas son distintos. "Es tremendo porque no sabes en qué puede derivar todo esto. Teníamos intención de estar ahí (Asturias) este verano porque vamos a ser abuelos pero nos han dicho que no salgamos. Vamos asimilando las circunstancias según van llegando. En Asturias hay una larga tradición de emigrantes y quienes escuchen esto lo entenderán. Si tienes que moverte tú solo no hay problema, pero teniendo hijos es más complicado. Los planes eran otros, sin duda", ha reconocido.
En cuanto a los apoyos recibidos, ha explicado que "estas dos últimas semanas han sido una montaña rusa en el terreno personal y emocional. Es difícil contener las lágrimas porque estás recibiendo muchas muestras de cariño y aprecio que no podrías imaginar. A eso se suma el interés que está suscitando el caso tanto aquí como allí entre los medios, algo sorprendente".
Josu Alonso
En la actualidad cubre información política aunque, con anterioridad, ha pasado por todos los departamento...