Las restricciones las impone el ciudadano
Si han pensado invitarme la semana que viene a una cena multitudinaria de diez personas, es muy posible que no acuda.

La línea roja Matías Vallés (03/06/2021)
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Palma
Buenos días. Si han pensado invitarme la semana que viene a una cena multitudinaria de diez personas, es muy posible que no acuda.
En cambio, considero absurda la mascarilla en espacios abiertos sin congestión humana, al igual que un contingente creciente de las autoridades sanitarias.
Con todo mi respeto y respaldo para la hostelería, antes de acceder al interior de un restaurante tomaré unas mínimas precauciones y examinaré las condiciones del local.
En cambio, creo que el toque de queda es una medida dictatorial, destinada a amedrentar a la población con un objetivo claramente político y de eficacia también disputada por estudios científicos.
Usted puede confeccionar su propia lista de adhesiones y aversiones.
De hecho, deberá pronunciarse porque con notable retraso en Balears sobre el resto de España, las restricciones las impondrá ahora el ciudadano.
Ninguna persona que haya vivido el último año a este lado del planeta Marte puede alegar ignorancia sobre los efectos y riesgos de las medidas que se autoimponga.
Esa autonomía ya existe frente a actividades de alto riesgo como fumar o conducir un vehículo de motor.
Además, algunos temen que el virus también ha tomado sus propias decisiones sin consultar.




