López Acuña: "La mascarilla es esencial hasta finalizar el verano y alcanzar el 70% de la población vacunada"
El epidemiólogo considera que la guerra entre Gobierno central y comunidades a cuenta de las restricciones se podría haber evitado prolongando el estado de alarma y recuerda que la incidencia actual "es diez veces mayor que el verano pasado"
Daniel López Acuña sobre apertura ocio nocturno y mascarillas
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Asturias
La próxima vuelta a la actividad del ocio nocturno preocupa a los expertos. Daniel López Acuña considera que cualquier tipo de relajación "con la incidencia todavía alta y un porcentaje de vacunados no suficientemente amplio que nos de una cobertura que genera una proteccion grupal, es prematura, inadecuada y contraproducente". Acuña ha recordado que se trata de lugares "donde más contaminación se puede generar porque son sitios mal ventilados, cerrados, el uso de la mascarilla no se lleva a rajatabla y la distancia física no se puede mantener por el tipo de actividad".
Otro de los puntos de acuerdo del Consejo Interterritorial fue la autorización de eventos con un máximo de 5.000 personas. Para el epidemiólogo hay que ser "particularmente prudentes y cautos con este tipo de eventos porque son sitios donde se producen aglomeraciones, no solo en los eventos sino en el transporte, entradas, salidas... y esto cuando baja la incidencia podemos permitirlo, pero se nos está olvidando que la incidencia es diez veces mayor que el verano pasado".
Rebelión y mascarillas
Lo cierto es que la última reunión del consejo ha provocado una guerra entre algunas comunidades autónomas y el Gobierno central, algo que para el exdirectivo de la OMS se podía haber evitado con "la continuidad del estado de alarma. Fue prematuro su levantamiento, era importante seguir con ese paraguas jurídico que permitía hacer las cosas que fueran necesarias como medidas de salud pública". Acuña ha apuntado que "los momentos donde más éxito ha habido a nivel nacional contra la pandemia fue cuando existió el mando único y estado de alarma en la primera fase. Esto no debe ser interpretado como un problema dictatorial, ni mucho menos".
Para Acuña siempre ha existido "un criterio epidemiológico estableciendo un semáforo con distintos grados de estado de alerta y medidas que corresponden a cada uno de los colores". Sin embargo, el problema radica en que "no estamos entendiendo la interdependencia epidemiológica que hay entre comunidades con distintas situaciones de incidencia y presión asistencial. Nos estamos perdiendo en los formalismos jurídicos que entorpecen la acción y no en la noción de que tenemos que tener una decisión más unificada para frenar la pandemia. Si hay que reformar los instrumentos jurídicos para tener más claridad, habrá que hacerlo".
Sobre el debate abierto en torno al uso de la mascarilla ha apuntado a "una especie de competencia olímpica de qué comunidad saca la medalla de oro de quitarla la primera cuando se necesita". Acuña ha considerado "prematura" su retirada ya que "mientras tengamos una incidencia alta, no bajemos de 25 casos por cada 100.000 habitantes y no logremos llegar la 70% de la población vacunada, debemos usar la mascarilla para protegernos y proteger". Por ello, ha recordado que "las personas que están vacunadas pueden tener infección y ser contagiosas aunque no tengan cuadros severos". Con esta radiografía no ha dudado en sentenciar que la mascarilla debe mantenerse "hasta terminado el verano y alcanzar esa supuesta inmunidad de grupo".
Josu Alonso
En la actualidad cubre información política aunque, con anterioridad, ha pasado por todos los departamento...