Sólo han quitado el toque de queda

Palma

Buenos días. Mi amigo se enteró de que el Tribunal Supremo había eliminado el toque de queda, así que se quitó la mascarilla y salió por las calles a exteriorizar su alegría por la liberación de la prenda que más nos define ahora mismo.

A continuación, mi mismo amigo cogió el coche, se encaminó hacia la Vía de Cintura palmesana y empezó a circular en ambos sentidos a la velocidad de cien kilómetros por hora.

Llegada la noche, y siempre animado por las supresiones del Tribunal Supremo o Tribunal Suprimo, mi amigo se dirigió a la discoteca que frecuenta y empezó a aporrear las puertas, lógicamente cerradas.

Cada uno puede contar decenas de anécdotas similares de personas que se han tomado la sentencia como si fuera la liberación que sigue a una guerra.

Por tanto, es obligado rescatar la verdad elemental de que solo han quitado el toque de queda, no han decretado el fin de la pandemia ni de las leyes en general.

La fiereza por disfrutar de la libertad ilustra simétricamente al Govern sobre la dureza psicológica de un toque de queda que se venía imponiendo de corrido, como si fuera el orden natural de las cosas.

Es una anomalía que los jueces siempre restrictivos tengan que liberar las restricciones acordadas por los representantes públicos.