Baby crash vasco en pandemia

Bilbao

Me preguntaba yo al inicio de la pandemia, cuando Sánchez decretó el confinamiento domiciliario, si, aburridos como estábamos y sin otra cosa que hacer, ocurriría algo como en Nueva York tras los apagones del 65 y 77: un baby boom, una explosión de nacimientos. Que ahora, por cierto, he leído que es una leyenda urbana. El caso es que, allá por diciembre, pregunté al departamento de Salud. Todavía espero la respuesta. Luego hablé con la asociación de matronas de Euskadi. No tenían datos, pero no habían atendido más partos de lo normal.

Hasta que ayer el INE publicó los datos de natalidad mensuales. ¡Vaya olfato que tengo! Entre diciembre de 2020 y febrero de 2021 los nacimientos registraron en Euskadi record negativo de la serie. Solo 3.100 bebés fueron concebidos en nuestra comunidad en los tres primeros meses de estado de alarma. Un 18 por ciento menos que un año antes; un 30 menos que hace cinco. Más que un baby boom, un baby crash, que, en nuestro caso, agudiza el problema demográfico y de envejecimiento preexistente. Otro quehacer más para cuando pase la pandemia.