Gastronomía madrileña: cada vez más internacional, sostenible y reclamada por turistas de todo el mundo

Madrid

Luis Suárez de Lezo, presidente de la Academia Madrileña de Gastronomía asegura que, la apertura en los últimos meses de la hostelería ha brindado a la gastronomía de la ciudad un mayor nombre a nivel mundial. “De no haber sido por el parón de la cuarenta”, afirma, “Madrid estaría en su mejor momento gastronómico”. Pese a que muchos no han sobrevivido, insiste en que otros muchos han mejorado en este tiempo y se han hecho aún más grandes.

Y como el objetivo es el de seguir creciendo, desde la Academia hacen bandera los productos de la zona, difunden su tradición y nuestras recetas en varios proyectos. Uno de ellos consiste en una serie de libros con los que quieren que los madrileños del futuro sepan cómo son hoy nuestros bares y restaurantes.

‘La nueva movida: el Madrid gastro’ hace un recorrido por 16 restaurantes que representan la revolución gastronómica que está viviendo la ciudad en los últimos años. “En los 80 todo se revolucionó en Madrid”, comenta Suárez, “todo salvo lo gastronómico, eso es algo que está pasando en los últimos años”, insiste.

Algunos de los fenómenos que vive la ciudad son la preservación de restaurantes de más de cien años, que mantienen su calidad y atractivo para el público. Así como la cantidad de cocinas nacionales e internacionales que acoge la ciudad: “podemos disfrutar de toda la gastronomía española sin salir de Madrid”. Lo que para Suárez supone un añadido más a este atractivo gastronómico.

No nos olvidamos de la representación de las cocinas del mundo como Punto MX del primer estrella michelín mexicano de Europa, o la cocina francesa de Bristoman e italiana de Forneria Ballaró. Pasando por los sabores más innovadores de China Japón o Tailandia, que acercan más Madrid a Londres en cuanto a oferta gastronómica internacional, sin dejar de buscar recetas cada vez más sanas y sostenibles. “Cada vez los restaurantes tienen mayor relación con los productores y son más conscientes de la procedencia y calidad de los productos, incluso también los clientes”, comenta Suárez.

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