Un lunes de junio sin Nadal de campeón
Cualquier gigante del tenis puede jugar un gran partido pero, si pretende alcanzar la excelencia, necesitará tener enfrente al mallorquín

La línea roja Matías Vallés (14/06/2021)
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Palma
Buenos días. Si hoy es un lunes de junio, Rafael Nadal no ha ganado Roland Garros.
La victoria del mallorquín se producía cada primavera con la regularidad de la salida diaria del sol, por lo que nos sentimos como si nos hubiera traicionado la naturaleza y no el campeón.
Concedemos demasiada importancia al deporte, pero no tengo claro que los partidos de Nadal puedan encasillarse en una disciplina atlética.
Por ejemplo, cualquier gigante del tenis puede jugar un gran partido pero, si pretende alcanzar la excelencia, necesitará tener enfrente al mallorquín.
Nadal no solo ha ofrecido espectáculos memorables gracias a sus prestaciones, también ha mejorado a sus rivales.
Y sobre todo, Nadal es un veterano que ha de ganarse su lugar en la pista con las mismas reglas que los debutantes.
En la vida extradeportiva, buena parte de los altos cargos están okupados con K por personas que solo pueden alegar sus años como calidad para ejercerlos.
La edad no determina la aptitud para desempeñar una función, pero quienes están en un sillón deberían verse obligados a defenderlo con la fiereza que se le exige Nadal, en lugar de mantenerse en el puesto y cerrar el paso a los aspirantes jóvenes sin más excusa que su veteranía.




