Joaquín Vizcaíno, Marqués viudo de Pontejos
Lo conocemos por la célebre plaza en donde se puede encontrar cualquier cosa relacionada con la mercería. Pero ¿quién fue este misterioso marqués cuyo recuerdo se ha borrado tristemente de la memoria de los madrileños? Sorprende conocer que estamos ante uno de los mayores filántropos del siglo XIX que dedicó parte de su propia fortuna a ayudar y arreglar la ciudad de Madrid
Joaquín Vizcaíno, Marqués viudo de Pontejos
08:32
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1624284385073/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
No era madrileño, había nacido en el seno de una familia pudiente en La Coruña en el año 1790. Le tocó vivir la Guerra de la Independencia y podemos suponer que desde muy joven se vio atraído por la ciudad de Madrid y la situación desastrosa en que había quedado después de la guerra con los franceses.
Hoy a Joaquín Vizcaíno, madrileño de adopción y Marqués viudo de Pontejos le conocemos por la plaza que hay junto a la puerta del Sol que lleva su nombre. Sin embargo, pocos conocen que este joven siendo alcalde de la villa, cuando entonces se les llamaba corregidores, invirtió gran parte de la fortuna propia, (igual que los políticos de hoy) en arreglar lo que consideraba su ciudad.
Los números de las calles
Debía de ser un verdadero lío orientarse en las calles del Madrid del primer tercio del siglo XIX. Esto hizo que el corregidor, nuestro protagonista, empezara a cambiar el trazado de algunas de las vías públicas y, sobre todo, dar a los portales una numeración lógica, numeración que seguimos usando en la actualidad. La sanidad y la seguridad en las calles fueron otras de las preocupaciones del Marqués Viudo de Pontejos. Sabemos que de su bolsillo se pagaron muchas de las obras que hemos mencionado.
Además, creó en 1838 la Caja de Ahorros de Madrid que más tarde en 1869 se fusionaría con el Monte de Piedad, dando lugar a una de las instituciones más fuertes de la capital.