Expertos de la UA constatan que ni el trasvase se va a acabar, ni las reglas se pueden modificar sin consenso

Alicante

Desde el Instituto del Agua de la Universidad de Alicante, la profesora de Análisis Económico Aplicado Teresa Torregrosa, tercia en la enésima polémica del agua, a cuenta del aumento del caudal para el Tajo Segura anunciado por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Torregrosa da una de cal y otra de arena. Considera que derechos adquiridos no deberían cambiarse "unilateralmente" y sin consenso, en alusión al gobierno, pero también lanza un mensaje a los regantes y al PP: ni el trasvase se va a acabar ni los costes van a ser "brutales".

Y la argumentación del cambio climático afecta tanto a la cuenca cedente como a la receptora, señala.

La solución estriba en no fiarlo todo al trasvase, asegura esta experta, sino en ir abriendo otras vías. Es la infraestructura más importante, dice, pero "no todo es cuestión de cantidades", sino de realizar una gestión integrada.

Cree que "hablar de agua es hablar de conflicto" y que con las nuevas condiciones "todos pierden", cuando la solución está en explorar otras vías, como podría ser la de cambiar la toma de agua del Tajo hacia el Tajo Medio.

También en complementar el trasvase con políticas en gestión de la demanda, como mejorar infraestructuras para reducir pérdidas, invertir en cultivos con menos demanda de agua y reutilizarla adecuadamente.

En cuanto a las cifras, considera que con el incremento gradual del caudal ecológico de 7 metros por segundo a 8 en 2026 y a 8,6 en 2027 "se gana tiempo" para poder ir realizando las inversiones de los 20.000 millones prometidos, pero que al fin y al cabo son "números sobre un papel", porque serán las condiciones climáticas las que acaben marcando las cantidades.

Añade que se han anunciado inversiones pero no se habla tampoco de los costes que supondrá esa reducción de caudales, al dejar de ingresar cantidades por las tarifas aplicadas al trasvase, a lo que hay que sumar el gasto del aumento de subvenciones a la desalación. Y tarde o temprano, ello supondrá un impacto para el abastecimiento urbano en un aumento del precio del agua, en consonancia con lo que ya está pasando en otros países europeos.

Puig niega el ninguneo al Consell y Mazón insiste en la muerte del trasvase

En clave política, el PP continua la ofensiva y el Consell valora haber podido rebajar el aumento del caudal ecologico del Tajo de los 8,5 metros cubicos previstos por el Ministerio, a siete.

El president Ximo Puig ha negado que sean ninguneados por el Ministerio de Transición ecológica, con el que "a veces coinciden mas y otras veces menos", señala. En cualquier caso, defiende el dialogo con el Gobierno e insiste en la importancia de mantenerlo vivo tambien a través de una mesa permanente con los regantes.

Mantiene Puig que el Tajo-Segura es irrenunciable, como lo es también el nuevo modelo de financiación.

Por su parte, el PP repite el discurso de ayer. El presidente de la Diputación, Carlos Mazón, insiste en que el incremento del caudal ecológico del Tajo, supondrá “la muerte inminente” del trasvase.

Afirma que Pedro Sánchez “está llevando a la provincia a ser el desierto de Europa con el aplauso, el silencio y el disimulo de la Generalitat”. Y acusa a Ximo Puig de no hacer del agua un frente común con otras regiones como va a hacer con Andalucía por la financiación autonómica, después de que ayer anunciara que se reunirá en septiembre con el gobierno del popular Moreno Bonilla.

Y desde ASAJA Alicante tambien toman parte en el conflicto. El sindicato agrario se opone rotundamente a la propuesta del Ministerio, que supone "la puñalada de muerte al Trasvase", y piden "sacar al PSOE del Gobierno" para no firmar, dicen, "el final definitivo e irrevocable de la agricultura de regadío en Alicante".