Aumenta la desigualdad en Euskadi

Bilbao

Los ricos cada vez son más ricos y los pobres, aunque mejoran en muchos aspectos, lo hacen más lentamente por lo que cada vez están más lejos de la cabeza y por tanto crece la desigualdad. Esta es una de las principales conclusiones de la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales en Euskadi 2020 que ha presentado en Vitoria la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal.

Entre los pobres mejoran los que sufren la pobreza energética, falta de equipamientos, o los hogares que no cubren los gastos básicos. Sin embargo, los que peor lo están pasando son las familias extranjeras con menores a su cargo de fuera de la Unión Europa. El informe señala que la pobreza real ha caído del 6,1 % al 5,6 % entre 2018 y 2020, el nivel más bajo desde 2014, aunque ha subido en el caso de las familias monoparentales y de las que tienen menores a su cargo.

Además ha crecido la pobreza infantil, que se refleja sobre todo en una peor alimentación porque muchos niños se han quedado sin la comida del colegio. De hecho la pobreza infantil afecta ahora al 11,7 % de los menores de 14 años, la tasa más alta desde el 7,3 % de 2008, y se relaciona con el acceso a comida proteínica y a frutas y verduras.

Este aumento de la pobreza infantil durante la crisis de la covid-19 "pone de manifiesto la inadaptación del actual sistema de cuantías de la RGI basado en un sistema de topes que perjudica de forma notable a las familias con dos o más hijos", por lo que el informe aboga por "adaptar las AES para poder hacer frente a las situaciones de pobreza que afectan a esta población".

A pesar de ese alza de la pobreza infantil, en términos generales mejoran muchos de los indicadores sobre la pobreza en Euskadi. Los problemas graves bajan del 5,7 % en 2018 a 3,7 % en 2020, los cortes de suministro eléctrico del 1,4 al 0,8 %, los impagos o atrasos (del 6,5 al 5,6 %), la necesidad de recurrir a prendas de segunda mano del 8,6 al 4,7 % y quienes dicen pasar frío en casa en invierno del 9,3 al 6,9 %.

Esta evolución positiva supone una ruptura del empeoramiento prácticamente continuado hasta 2018, que se notaba sobre todo en la pobreza energética y en el acceso a vestido y calzado adecuado. Además hay un "fuerte" descenso de los problemas relativos al equipamiento e instalaciones en la vivienda, como los electródomesticos básicos, la televisión o el teléfono. Baja también del 5,6 % en 2018 al 4,8 % en 2020 el porcentaje de hogares que no cubren los gastos básicos y descienden las familias que se consideran pobres o muy pobres del 2,7 al 2,1 %. Los hogares que no pueden afrontar un gasto extraordinario caen de un 23,1 % al 16,3 %.

El informe alerta además de algunas "tendencias negativas" como el "ligero" aumento de los embargos de bienes y el incremento de personas que gastan por encima de sus ingresos y que tienen un "riesgo grave endeudamiento" porque no tienen ahorros a los que recurrir.

Crece el bienestar de la mayoría

El caso es que a la mayoría le va bien. 9 de cada 10 vascos dice vivir en situación de bienestar y el porcentaje de los que viven en "pleno bienestar" ha subido 10 puntos desde 2018 hasta el 75 %. Ha mejorado incluso durante la pandemia, lo que para la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolalazabal se debe a que el sistema vasco de protección social, con la RGI, las AES o los ERTES, ha funcionado bien.