Otra ley que llega tarde

Bilbao

Fue a golpe de reveses judiciales, como el lehendakari Urkullu, que ostenta el mando único en la emergencia sanitaria, se dio cuenta de que no tenía las herramientas para luchar en condiciones contra el virus, que nuestra legislación de salud pública era insuficiente. Consiguió el estado de alarma de Sánchez para las medidas más extremas, pero hasta para las teóricamente de su competencia, los legisladores no habían previsto una pandemia. Volvió a pedir a Sánchez más herramientas legales, sin éxito.

Y así, en febrero, 11 meses después de declararse la pandemia, en una carta en prensa, Urkullu anunció que contemplaba la posibilidad de una ley vasca antipandemia. La registraron un mes después los partidos del Gobierno para acelerar el trámite parlamentario y aprobarla en tiempo récord. Tres meses hasta hoy lo es, pero ya es tarde. La ley solo está prevista para esta pandemia y para aplicarse solo durante la emergencia sanitaria y a esta le pueden quedar un par de semanas. Llega para dar seguridad jurídica a unas restricciones ya en retroceso. En julio puede estar ya en un cajón. Esperemos, porque si finalmente tiene utilidad, vendrán mal dadas.