¿Cómo prevenir y qué hacer ante las picaduras de garrapatas?

Bilbao

Estamos entrando en la época estival, un periodo muy apropiado para las actividades al aire libre Y también un período de máxima actividad de las garrapatas.

Las garrapatas pueden transmitir diversas enfermedades al ser humano, entre las que destaca la enfermedad de Lyme. Se llama así por el lugar donde se describió por primera vez en los Estados Unidos, la localidad de Lyme , en el estado de Connecticut, al noreste del país. Allí aparecieron los primeros casos descritos en EEUU, aunque más tarde se comprobó que en Europa ya se conocía la enfermedad desde principios del siglo XX.

En Hoy por Hoy Bilbao, el doctor García Moncó, Jefe de Servicio de Neurología del Hospital de Basurto, y profesor asociado de la Universidad del País Vasco ha explicado los principales riesgos de las picaduras de garrapata y algunas medidas de prevención

Su interés investigador a lo largo de los últimos 35 años se ha centrado en las enfermedades infecciosas del sistema nervioso, con particular interés en las transmitidas por garrapatas, y en las cefaleas.

Se trata de una enfermedad que aparece después de la picadura de la garrapata, apareciendo una lesión cutánea rojiza y creciente (eritema migratorio) y días o semanas más tarde diversos síntomas neurológicos, cardiológicos o reumatológicos.

Está causada por una bacteria denominada Borrelia burgdorferi, que se descubrió en los años 80 en los Estados Unidos. Se adquiere mediante la picadura de una garrapata cuando caminamos por el bosque, hacemos actividades al aire libre en el campo, etc. El contagio es más frecuente entre los meses de mayo a octubre, la época en que las garrapatas están más activas. Las garrapatas se mantienen en la vegetación y tienen un ciclo de vida en el que participan pequeños animales (roedores, etc.) y grandes mamíferos (ovejas, ciervos, etc.). El hombre no participa de este ciclo vital y se puede infectar de modo causal cuando pasa por un lugar en el que hay garrapatas.

Las picaduras no suelen ser dolorosas. Es importante que en estas épocas revisemos nuestro cuerpo después de salir al monte por si tenemos alguna garrapata adherida. Conviene llevar al monte pantalones largos y preferiblemente los calcetines por fuera del pantalón. Si detectamos una garrapata adherida a la piel la debemos retirar como si fuera una astilla, con unas pinzas y extrayendo toda la garrapata entera. Hay que evitar los remedios caseros (gasolina, aceite, etc.), pues aunque asfixian a la garrapata y ésta se desprende, pueden quedar las partes bucales adheridas a la piel y transmitir la infección.

Es poco probable que después de una sola picadura se adquiera esta enfermedad y hay que prestar atención a las garrapatas adheridas a la piel y que están muy hinchadas, pues eso refleja que han podido empezar el proceso de transmisión.

En caso de picadura y después de la extracción de la garrapata se ha de vigilar si aparece una lesión cutánea rojiza en la zona de picadura, así como la aparición de fiebre, un cuadro gripal, cefalea u otros síntomas inusuales. En caso de duda, hay que acudir al médico, pero no es procedente tomar antibióticos de modo profiláctico