Lucho en la perspectiva Nevsky

Asturias

Para Julio Puente, in memoriam, y su y mi Jefe de Deportes Antonio Martínez Otero. Y por supuesto a Bernardo Fáñez y a Herminia, que me descubrió la Perspectiva Nevsky

Babayos somos todos. Les babayaes nos constituyen fundamentalmente junto con otras cosas, claro. Luis Enrique, un excelente deportista y entrenador del Pumarín de Gijón desde los campos de La Braña, hoy en la Perspectiva Nevsky del gran Franco Battiato, frente a la semifinal de la Eurocopa, aprendió de El Molinón de Carriega, Miera, Novoa y Ciriaco el arte de Cruiff —si te meten tres, tú te defiendes calcándoyos el jorobu— con un toque incomparable del otro Luis, Aragonés.

Luis Enrique, hasta este lunes pasado y aun todavía, para los de siempre, ocupa el lugar del derrotado, según ellos, para mí incomprendido hasta por los suyos, vicepresidente, quizá más, Pablo Iglesias. Y, como tal imán, la crítica al fútbol impecable de sus seleccionados sustituye a la irracional censura del intento de acción e intención del profesor de Políticas de la Complutense.

Por eso esperamos que Lucho vuelva a enseñarnos sin especular, profesor de italiano y de la vida, dottore Fáñez, "comm'è difficile trovare/ l'alba dentro l'imbrunire". Desde el San Petersburgo que también inmortalizaran los imprescindibles Gogol y Eisenstein. Desde y como siempre.