Pasillos, pasaportes y pasatiempos
Aquellos pasillos o corredores seguros entre regiones con baja incidencia facilitarían el flujo turístico sin contaminarse de las geografías del entorno
La línea roja Matías Vallés (02/07/2021)
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Palma
Buenos días. La palabra oficial un año atrás por estas fechas era pasillos.
Aquellos pasillos o corredores seguros entre regiones con baja incidencia facilitarían el flujo turístico sin contaminarse de las geografías del entorno.
En efecto, queda ridículo incluso recordarlo, porque a nadie se le ocurrió preguntarle al virus si iba a respetar las fronteras de los pasillos.
Este año la palabra es pasaporte.
Dado que no podemos inmunizar a los territorios ni a los colectivos, vamos a importar solo a personas vacunadas, turistas fetén.
La convicción con la que se defendían los pasillos se ha trasladado íntegra a los pasaportes.
Se olvida, vamos a suponer que inconscientemente, que los vacunados también pueden contagiarse y sobre todo contagiar.
Cómo se explican si no los trescientos nuevos casos de ayer en Balears, con una tercera parte de la población inmunizada.
Pese a nuestra fobia a las predicciones, vamos a pronosticar que los pasaportes se sumarán a los pasillos como términos de una sola temporada.
Pasillos y pasaportes son pasatiempos que no solo esconden la dificultad de encontrar una solución.
No importa tanto que un contagio sea hoy más grave que un atentado, sino la constatación de que el turismo o industria de la felicidad es esencialmente liberador.
El número de viajeros se ve afectado por cada limitación, por eso se dictan pero nunca se aplican.
