Crece el desconcierto en el Ayuntamiento de Granada con la tensión nacional PP-CS de fondo

Granada

La situación de descontrol en el Ayuntamiento de Granada es esperpéntica a pocas horas del pleno (miércoles, 11h) en el que la corporación tendrá que decidir quién será el nuevo alcalde de Granada. Ninguna opción posible tiene los suficientes apoyos garantizados y el juego de tronos en el que se han convertido las negociaciones en el bloque de la derecha supera por momentos cualquier guión cinematográfico.

Mientras el exalcalde de Ciudadanos Luis Salvador anunciaba el mediodía de este lunes en Radio Granada que su decisión definitiva, y la de su compañero de grupo José Antonio Huertas, era la de favorecer o incluso apoyar al candidato de la lista más votada (Paco Cuenca, del PSOE), la dirección nacional de su partido, el naranja, proponía al PP un pacto para que no gobiernen los socialistas.

Ese pacto pasaría por hacer alcalde al actual alcalde en funciones, José Antonio Huertas, de Ciudadanos, contando con todos los votos del centro-derecha. El secretario de Comunicación de Ciudadanos no solo ha dado a conocer las conversaciones de los secretarios generales de PP y Ciudadanos durante la mañana sino que a las 13.30h ha dado el pacto por cerrado.

El PP local ha tardado más de una hora en negar dicho pacto que era anunciado desde Madrid por la dirección nacional naranja minutos después de que los populares presentaran en Granada su propio intento de solución. La opción del PP pasa por presentar como candidato a Paco Fuentes, el número seis de su lista, para así contentar la reclamación tajante de Sebastián Pérez, el expresidente y excandidato popular que desencadenó el pasado 26 de mayo la actual crisis al reclamar el cumplimiento del acuerdo de rotación en la alcaldía con Ciudadanos.

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A a misma hora que el PP presentaba a su candidato Fuentes -aceptando el chantaje de Pérez (según las propias palabras del secretario provincial popular)-, el naranja Luis Salvador despreciaba en los micrófonos de Radio Granada el intento de unificar el cóctel de centro-derecha a lo que llamaba 'amalgama perjudicial para Granada'.

Salvador estaba mostrando su apoyo en el pleno a Paco Cuenca, directo o indirecto, y dejaba entrever que el nuevo gobierno liderado por el socialista gozaría de estabilidad en los dos próximos años mientras reconocía haber padecido presiones del PP y de su partido y anunciaba un incremento de las mismas.

Pocos minutos de ese anuncio, como si se tratatan de un oráculo político, el secretario de Comunicación de su propio partido Daniel Pérez daba por hecho el acuerdo nacional del PP que suponía una desautorización de Salvador y su partido en Granada y de la estrategia del PP granadino. Un PP que en Granada desmentía el acuerdo aunque saludaba que el hecho de que la dirección nacional de Ciudadanos admitiera que no puede ser alcalde de Granada un alcalde imputado, en referencia al socialista Paco Cuenca.

La estrategia del PP parecía errónea por lo que supone de dejar en manos de Madrid una solución que corresponde a Granada, como han indicado después a Radio Granada fuentes del PP local; y porque todas las partes conocen que el verso suelto del PP (Sebastián Pérez) no estaría dispuesto a votar la opción de Huertas, al que tampoco apoyaría -previsiblemente- la exconcejala naranja Lucía Garrido, a la que Huertas descalificó como 'incapaz'.

Mientras todo el lío ocurría, el candidato socialista también hablaba en Radio Granada y se mostraba confiado en que se imponga el miércoles 'el sentido común'. Y coincidía con Salvador en destacar la amalgama que supone una alternativa a su candidatura por la derecha: partidos y hasta personas dentro que hasta han mostrado sus diferencias (en casos, hasta incompatibilidades) en público.

En esa mezcla se incluyen los seis concejales del PP y los tres nos adscritos: Sebastián Pérez y los dos exnaranjas Manuel Olivares y Lucía Garridos. Y faltaría aún otros tres votos. Esos los tiene en su mano Vox. Pero Vox no solo no ha querido firmar el compromiso de voto a su candidato que este mismo lunes le había presentado el PP sino que se ha hecho acompañar por el PP para anunciar en rueda de prensa que ofrecería sus votos a Fuentes solo en caso de tener garantizada su elección.

Y a todo esto, la situación de inestabilidad -y el claro enfrentamiento que suponen ya las relaciones PP-Ciudadanos no solo en Granada sino ya también en ámbito de las direcciones nacionales de ambas formaciones- tiene ya otra lectura: las repercusiones que pueda tener este desafortunado (o malintencionado) desencuentro en otras instituciones donde gobiernan ambos partidos en coalición. Como ejemplo está la Junta de Andalucía y el pacto de no agresión y estabilidad firmado entre las direcciones regionales de ambos partidos hace unos meses tras el lío de Murcia y Madrid.