El proceso de vacunación en Asturias a análisis con cuatro generaciones de enfermeras

Gijón

Con hasta cuatro generaciones de enfermeras hemos hablado en A vivir que son dos días Asturias para la elaboración de este reportaje, entre ellas la de Lara Menéndez la encargada de inocular la primera vacuna que oficialmente se suministró en Asturias, la recibió Eulalia Josefa Pola Paquita en la Residencia Mixta de Gijón a finales de diciembre de 2020.

"No éramos conscientes de lo que se nos venía encima" confiesa la coordinadora en el área sanitaria V de toda la planificación, gestión y del trabajo de campo, Lara asumió un trabajo muy duro que arrancaba en apenas dos semanas tras el encargo y que "siempre ha sido muy cambiante"ya que dependía de la llegada de las vacunas.

Nos atiende estando de vacaciones, no ha tenido respiro hasta ahora mismo, tiene muy claro que "este proceso no entiende de descansos"

Y en ello están los profesionales sanitarios dejándose la piel, acudiendo a la llamada incluso cuando llevaban tiempo apartados de la profesión, para reforzar el sistema sanitario cuando más falta hizo, es el caso de nuestra veterana Adela Cuerdo enfermera jubilada desde hace 3 años tras 43 de trabajo. No dudó en ningún momento el incorporarse hace ya cuatro meses, aunque lo hizo con cierto temor.

La conocimos en el pabellón de Perchera la Braña, único centro de vacunación de Gijón en estos días hasta la vuelta al de la Guía, coordinado por Samara Castillo Nograro. Nos explica que por cada turno 12 a 14 enfermeras en cada dispositivo, 3 o 4 celadores y un administrativo recursos humanos.

Están en alerta ante el repunte que se está produciendo, elevando de forma preocupante el número de contagios, sobre todo entre los jóvenes.

Mario Macías comenzó a trabajar nada más licenciarse, por su edad puede entender mejor lo que sucede, pero manda un mensaje, no es tan liviano enfermar aun siendo jóvenes, él mismo fue contagiado mientras hacía sus prácticas y tuvo problemas respiratorios, fiebre alta y lo pasó mal. Pide que "no nos olvidemos de lo que llevamos pasado".

El personal está cansado inevitablemente por el ritmo de enlazar unas olas con otras, de octubre a diciembre, su trabajo fue duro en las intervenciones con residencias, después los colegios, la gestión de los positivos en atención primaria y ahora con la vacunación. Están cansados pero motivados porque el trabajo está siendo muy efectivo, es la única solución para frenar el virus y siente mucho el agradecimiento de la población lo que les da ganas y fuerzas para continuar.

La recepción de las vacunas ha ido marcando el ritmo, que es imparable cuando se pone en manos de los profesionales sanitarios. "Cuando empezamos no pensé que la campaña fuera tan fluida, ni que en julio estaríamos ya vacunando a la población de 30 a 35". Le pedimos una fecha para el fin del proceso y nos habla de octubre o noviembre, todo fiado a la recepción de vacunas, asegura Lara Menéndez, la coordinadora del proceso en el área sanitaria V que "si nos dan mayor número de vacunas iremos más rápido porque tenemos capacidad para hacerlo"

"La vacunación es la única opción para vencer al virus, si no estamos todos vacunados no será efectivo", como se está viendo ahora con los más jóvenes