Otro gobierno sin ministro balear
Lo lógico sería que habláramos hoy de la nueva ministra balear, de sus cualidades y de su meteórico ascenso

La línea roja Matías Vallés (13/07/2021)
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Palma
Buenos días. Lo lógico sería que habláramos hoy de la nueva ministra balear, de sus cualidades y de su meteórico ascenso.
Pero con este protocolo, el comentario acabaría antes de comenzar.
No hay ministra balear, ni siquiera hay ministro balear, y así ha venido ocurriendo desde el ya lejano 2003.
El último ministro de nuestra comunidad se llama Jaume Matas, pero ni esta degradación del cargo justifica el destierro a perpetuidad.
Matas explicaría una condena a cinco años de ayuno ministerial, pero es que llevamos 18.
Quienes hayan repasado la extracción geográfica del nuevo Gobierno, observarán el cuidadoso reparto por comunidades.
Las dos Castillas, Andalucía, Cataluña, Valencia, Aragón, Canarias y todo presidido por un nativo de Madrid, barrio de Tetuán.
Ningún presidente del Gobierno se atrevería a prescindir de un ministro andaluz o catalán, por complicada que fuera la remodelación.
En cambio, ni pestañean si Balears se queda sin un miembro en el gabinete.
Ni un solo comentario al respecto se oirá en Madrid.
Si desean consolarse, las reuniones de los ministros de todas las otras comunidades están presididas por cuadros de Miquel Barceló.




