Toque de queda a medida

Palma

Buenos días. Para que todo en la pandemia se aproxime al esperpento, los empresarios de restauración piden un toque de queda en Balears.

Este confinamiento de más de un millón de personas por exigencia de un colectivo de unos miles debería producirse según los carceleros a partir de las dos de la madrugada y hasta las seis.

Es decir, durante las horas en que sus establecimientos se hallan cerrados.

Omiten por supuesto que así se disuadiría a los ciudadanos de festejar la noche en sus domicilios, con lo cual se les convierte en clientes obligatorios.

Si el toque de queda de dos a seis de la madrugada es razonable, pese a que en ese horario no sale a la calle ni el uno por ciento de la población, el encierro todavía será más recomendable de seis de la tarde a doce de la noche, cuando el riesgo de contagios es mucho mayor.

Sin necesidad de efectuar una encuesta, coincidiremos en que los empresarios de la restauración no estarán demasiado conformes con el cierre forzoso de seis a doce.

Llegamos así a la doctrina del toque de queda a medida.

A falta de escuchar cuál es el horario preferido por usted mismo, yo impondría el cierre los sábados y domingos de seis a doce de la mañana.

Es decir, en el horario en que no estoy operativo, igual que los empresarios metidos a improvisados epidemiólogos.

Iba a decir meteorólogos, en que estaría yo pensando.