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Guardia Civil

Investigan a 22 empresas de toda España por contaminar la atmósfera con más de 35.000 toneladas de CO2

Diez de las empresas se ubican en la Comunitat Valenciana y, según los investigadores, gestionaban de forma irregular residuos electrónicos

Material incautado por la Guardia Civil procedente de aparatos eléctricos y electrónicos, en el marco de la operación 'Redivivu' / Guardia Civil

La Guardia Civil ha investigado a un total de 22 empresas repartidas por toda España como presuntas responsables de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, por actos continuados de contaminación por medio del tratamiento y comercialización incorrecta de residuos peligrosos procedentes de aparatos eléctricos o electrónicos.

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La mayoría de las empresas investigadas se sitúan en la Comunitat Valenciana; en concreto, las compañías estaban situadas en Alicante (6), Valencia (4), Murcia (6), Almería (2), Málaga (1), Albacete (1), Ciudad Real (1) y Mallorca (1) como responsables presuntamente de delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, por actos continuos de contaminación con provocación o realización directa o indirecta de emisiones o vertidos a la atmósfera y al suelo, subsuelo, prolongados en el tiempo, idóneos para originar un riesgo grave para el bien jurídico protegido, así como una inadecuada gestión, control y/o vigilancia de residuos peligrosos.

Gestionaban residuos de forma irregular 

Las distintas compañías habrían contaminado la atmósfera con más de 35.000 toneladas de CO2 debido a que gestionaban residuos procedentes de aparatos eléctricos y electrónicos de forma irregular, lo que provocaba la emisión de gases de efectos nocivos.

En el marco de la operación 'Redivivu' a nivel nacional e internacional, llevada a cabo durante más de un año por el Seprona, los agentes han examinado documentación que indica que casi 600.000 kilos de compresores han sido enviados a Pakistán sin que se pueda acreditar una correcta descontaminación.

Además, los investigadores han localizado más de 133.000 kilos de compresores (15.019 unidades) en las empresas inspeccionadas de Alicante, Valencia, Murcia, Almería, Málaga, Albacete, Ciudad Real y Mallorca. La suma total de los compresores enviados a Pakistán y los encontrados en territorio nacional supondrían una emisión aproximada de 35.385 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Gracias a una inspección rutinaria

La investigación comenzó el febrero del pasado año 2020 durante la inspección a una empresa gestora de residuos, cuando los agentes descubrieron que el tratamiento y comercialización que daban a los componentes procedentes del tratamiento para la descontaminación de aparatos eléctricos o electrónicos era totalmente incorrecta, según ha informado el Instituto Armado en un comunicado.

Los agentes sospecharon que podría haber más empresas implicadas, por lo que se decidió investigar los lugares de origen y tránsito de estos y otros residuos, así como el destino final de los mismos. En total, se inspeccionaron 43 empresas en las provincias de Alicante, Valencia, Murcia, Almería, Málaga, Albacete, Ciudad Real y las islas de Mallorca, Menorca e Ibiza.

En muchas de ellas se localizaron compresores sin descontaminar y que no contaban con las autorizaciones preceptivas para el tratamiento de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). Sin embargo, el método más habitual fue el de la "canibalización", que consiste en desmontar los aparatos rompiéndolos de forma abrupta o cortando directamente los tubos de los frigoríficos para conseguir sacar el cobre u otras piezas de valor del interior.

El destino era Pakistán

Del estudio de la documentación, los agentes comprobaron que el destino de los compresores era Pakistán, donde finalmente se les valoraría en una planta de desmantelamiento para su posterior fundición.

La Guardia Civil ha explicado que la rotura de los compresores de aparatos eléctricos o de otros componentes sin las herramientas adecuadas provoca el escape de gases contaminantes a la atmósfera y el vertido al suelo y subsuelo de aceites peligrosos, con el peligro que ello conlleva. Además, provoca que su reutilización sea "prácticamente inviable".

A modo de ejemplo, añade, un frigorífico consta de un circuito cerrado para su funcionamiento, y siempre que se libera dicho circuito extrayendo el compresor, se emite a la atmósfera aproximadamente un 30 por ciento de los gases del aparato. Para la extracción de los compresores de los aparatos de aire acondicionado, si se realiza conforme a la ley, es probable que no emita gases a la atmósfera, ya que poseen una bomba de vacío y válvula para extracción. En concreto, una máquina de aire acondicionado posee aproximadamente 700 gramos de gases.

Conductas consideradas como peligrosas

Todas las conductas descritas anteriormente son consideradas potencialmente peligrosas por la composición de las emisiones y vertidos, administrativamente prohibidos, y, además, porque tales agresiones medioambientales han podido ocasionar importantes efectos nocivos.

En cuanto a otras normativas fuera del Código Penal, se han cometido infracciones a la Ley 22/2011, de 28 de julio, de Residuos y Suelos Contaminados, el Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero, sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, el Real Decreto 115/2017, de 17 de febrero, regula la Comercialización y Manipulación de Gases Fluorados, así como disposiciones de rango superior como las Directivas y Reglamentos de la Unión Europea o inferior como Normativa Autonómica o Local.

 
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