En un lugar de la provincia de Albacete: Capítulo III - Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel

Albacete

En Radio Albacete seguimos este verano nuestro viaje por las comarcas de la provincia y tras los históricos parajes de La Manchuela, que visitamos en nuestro segundo capítulo, continuamos nuestra ruta turística por las comarcas de la provincia adentrándonos en la Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel. Esta es la más extensa de las seis mancomunidades que componen la provincia, sin contar Albacete capital.

La comarca está compuesta por 25 municipios: Munera, El Bonillo, Ossa de Montiel, Balazote, Pozohondo, Alcaraz, Lezuza, Peñas de San Pedro, San Pedro, Alcadozo, Bienservida, Villapalacios, Salobre, Pozuelo, Povedilla, El Ballestero, Robledo, Casas de Lázaro, Vianos, Villaverde de Guadalimar, Peñascosa, La Herrera, Viveros, Cotillas y Masegoso.

Situada en un altiplano donde las zonas llanas pueden alcanzar los 1.000 metros de altitud sobre el nivel del mar, es posible que un manto blanco cubra las zonas más altas de sus sierras. Sus aguas se vierten en cuatro cuencas distintas: las del Guadalquivir, Segura, Júcar y Guadiana.

Como recurso turístico más importante destaca el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, un complejo sistema de lagunas que, según Cervantes en su famoso libro de caballerías, fue creado por el mago Merlín como intento de cesar los lloros de las hijas y sobrinas de Doña Ruidera, que les concedió la libertad convirtiéndolas en estos lagos. Su extensión de 30 kilómetros constituye el valle del Alto Guadiana y en su parte más alta se encuentra el lugar de nacimiento de este río. La diversidad de especies animales y plantas contrasta con el paraje seco de la Mancha. Encinares y sabinares, álamos, sotos y especies como la Masiega o la Elena lo decoran.

La oferta de actividades es muy extensa, esta abarca desde el senderismo, hasta la educación ambiental, así como el buceo, kayak, paddle surf o la vela. También hay zonas habilitadas para el baño y lugares para la pesca deportiva. De entre las rutas turísticas a realizar en las Lagunas de Ruidera destaca la llamada ‘Ruta Literaria quijotesca’. El nombre alude a los caminos que el famoso hidalgo realizó durante sus aventuras. Este comienza en la Cueva de Montesinos; a medio camino se encuentra el Castillo de Rochafrida y finaliza con la ermita de San Pedro, situada en una zona de peregrinación desde años atrás.

El territorio hace frontera con la provincia de Ciudad Real y a pesar de ser una zona con una densidad de población muy escasa, sus pueblos destacan por todo lo que el paisaje cuenta y lo que esconden sus años de antigüedad.

No dejamos la obra del manco de Lepanto y su trayectoria para acercarnos a Munera, lugar en el que tienen lugar las célebres Bodas de Camacho. Es una zona con un gran valor arqueológico y su castillo está considerado como Bien de Interés Cultural. El molino de viento situado en la Plaza de las Molinetas es un Museo Foto-Etnológico y recoge un resumen de la tradición del pueblo. No menos importante es Alcaraz, localizada en la ladera del Cerro de San Cristóbal, la Edad Media y sobre todo el Renacimiento dejan pinceladas sobre la arquitectura del municipio. Destaca el castillo que, a pesar de sus ruinas, ofrece la vista de parte de la comarca y del propio emplazamiento. El término municipal de El Bonillo se remonta a los siglos XII Y XIII, la colección de pinturas del Museo Parroquial y el Campo de Golf La Lagunilla son el gancho de este pueblo originado a partir de tres aldeas: Soto de Álamos, San Miguel de Susaña y Santa Catalina.

Culminamos con la gastronomía propia de la tierra, determinada por un carácter cada vez más ecológico. Aceite de oliva virgen extra, hortalizas, embutidos artesanos, pimentón, derivados del cerdo y del cordero, queso manchego o azafrán son productos que derivan de los dorados secanos y verdes prados donde se lleva a cabo una agricultura y ganadería de categoría.

Actividades como catas y degustaciones para asociaciones y grupos de consumo permiten a los visitantes aproximarse más a la comida y la bebida de esta mancomunidad que abarca desde las alturas de la Sierra de Alcaraz hasta las profundidades de Lagunas de Ruidera.

En definitiva, un sinfín de leyendas y fuentes de inspiración son las que rodean a la comarca albaceteña, donde cada rincón aguarda algo que aún está por conocer.