Los primeros Homo sapiens se instalaron en el interior de la península ibérica a pesar del frío

Alcalá de Henares

Un equipo multidisciplinar coordinado desde el Área de Prehistoria de la Universidad de Alcalá ha aportado, por primera vez, datos arqueológicos que confirman que los Homo sapiens se asentaron en el interior peninsular en los momentos más fríos de la última glaciación. Se ha trabajado en el yacimiento de Peña Capón en Guadalajara que se encuentra en un abrigo rocoso a orillas del río Sorbe.

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Hace más de 26.000 años, se produjeron las primeras ocupaciones en el interior de la península ibérica, coincidiendo con el llamado Evento de Heinrich 2, el cual registró el momento de frío más intenso del último glaciar. Manuel Alcaraz Castaño, profesor de la UAH y coordinador del proyeto MULTIPALEOIBERIA, explica que esta investigación empuja a preguntarse "que impediría a los primeros humanos modernos asentarse en las tierras del interior de la península ibérica cuando el máximo frío no lo hizo".

Durante el trabajo de investigación, se han analizado diversos restos como polen, carbón y micromamíferos, así como instrumentos de piedra y restos de grandes faunas abandonados en la zona. Con ello, han creado un marco cronológico de las ocupaciones humanas, y han podido hacer una reconstrucción del paisaje vegetal y la fauna del lugar.

Asimismo, este proyecto no solo muestra la gran capacidad de adaptación de los supervivientes del Paleolítico sino que dibuja nuevas dinámicas poblacionales en la peninsúla. Además, aseguran que permite ser optimistas para hallar nuevas evidencias.

Proyecto MULTIPALEOIBERIA

Esta investigación ha sido posible por el proyecto MULTIPALEOIBERIA, una iniciativa dedicada al estudio de las dinámicas de poblamiento y adaptaciones culturales de los últimos neandertales y primeros humanos modernos en el interior de la Península Ibérica. Ha sido coordinado por la Universidad de Alcalá y financiado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC).

El grupo de investigación continúa trabajando en la prospección y excavación de nuevos yacimientos y territorios que permitan conocer la antigüedad de las primeras ocupaciones de humanos modernos.