Cómo se actúa para restaurar la zona tras un incendio

Albacete

Una serie de circunstancias entre las que predomina el cambio climático, el uso del suelo y la política forestal, hace a la Sierra de los Donceles, la zona del incendio de Liétor, proclive a los incendios en fechas estivales.

Ya lo fue, por ejemplo, en 1994, 2000, 2012 y 2017, y lo ha vuelto a ser ahora con altas temperaturas, sumado al abandono del medio rural, por lo que no se había regenerado en estas décadas.

El ingeniero de montes, profesor de la ETSIAM en la UCLM, Manuel Esteban Lucas, explica que cuando acaba la extinción viene la restauración, aunque previamente hay que valorar los daños para proponer actuaciones, es decir, el estudio de la severidad y, después, de la conectividad, el movimiento del sedimento.

Lluvias torrenciales como las del lunes, con el incendio controlado, que ya han arrastrado sedimento y cenizas al río Mundo, son efectos indirectos que tienen repercusión sobre el agua dulce.

Como ha explicado el geógrafo Miguel Ángel Requena (@MeteoHellín), la distancia entre el inicio de ambos incendios es de apenas 15 kilómetros por lo que entre las hipótesis que barajan las autoridades está que hayan sido provocados. El de Liétor ha afectado a unas 2.000 hectáreas de pino y también frutales entre las pedanías de Isso y Mingogil (Hellín).

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En Hoy por Hoy Albacete hemos hablado con ambos sobre los incendios que empezaron este sábado 24.