Cuenca seguirá persiguiendo el botellón hasta "que termine por desaparecer"
El alcalde ha asegurado que siguen trabajando para acabar con esta práctica, y ha pedido "prudencia" y responsabilidad
Cuenca
El Ayuntamiento de Cuenca asegura que va a seguir trabajando para que el botellón “termine por desaparecer”. Así lo ha indicado el alcalde, que ha vuelto a hacer un llamamiento a la precaución en este momento de pandemia, pero que ha incidido en que el botellón es una práctica prohibida en la ciudad.
El consistorio conquense prohibió el botellón hace poco más de un año. Durante los meses de pandemia, con los toques de queda, es un fenómeno que había remitido pero ha vuelto a surgir con fuerza en los últimos meses.
Además, ante la prohibición y la presión policial, se ha desplazado desde zonas como El Castillo, en la zona más alta del Casco Antiguo, al entorno del polideportivo El Sargal o la ribera del río Júcar.
En todo caso, el alcalde ha pedido responsabilidad y aboga por soluciones “didácticas” antes que punitivas.
Eso sí, ha recordado a los jóvenes que pueden verse hoy con una botella de alcohol en la calle, y mañana con una botella de oxígeno en el hospital Virgen de la Luz, porque la pandemia sigue aquí.
San Julián
Por el contrario, el alcalde sí que ha mostrado su satisfacción por el desarrollo de la Feria y Fiestas de San Julián, donde se están cumpliendo los aforos pese a la gran afluencia de gente que acude al recinto ferial.
El recinto de atracciones permite 1.900 personas, y los dos recintos de hostelería suman 800. En la jornada del martes hubo 8.000 personas que fueron rotando por los tres recintos, y el regidor ha destacado que se están cumpliendo las medidas de seguridad.