Lola Dueñas o la dulce conquista del cine francés

Irun

Lola Dueñas, considerada una de las actrices más solventes de España por derecho propio, lleva años labrándose, con paso discreto pero firme, un imponente hueco en el cine francés. Ella misma nos cuenta el origen de este particuar camino transitado antes por otros intérpretes de lujo como Victoria Abril, Carmen Maura o Sergi López.

La Muga, sección del Hoy por Hoy capitaneada por nuestro colaborador Jon Arozamena, vuelve una vez más a fijar su mirada en el séptimo arte, y lo hace con una de esas actrices que forman parte de un reducido podio de prestigio.Dos premios Goya de un total de cinco nominaciones así como una Concha de Plata de nuestro Zinemaldi por la película “Yo también” (Álvaro Pastor, Antonio Naharro, 2009), dan buena cuenta de ello.

Hija del también actor Nicolás Dueñas, en España Lola se empezó a dar a conocer al gran público con su participación en la mítica serie de Antena 3 “Policías: en el corazón de la calle”. Y aunque en esos últimos años 90 y primeros 2000 estaba prácticamente en los inicios de su carrera audiovisual, ella ya soñaba con el cine francés: “Todo fue culpa de Truffaut. La primera vez que tengo recuerdo de ver París fue con su película “Los cuatrocientos golpes” (1959). Cuando la vi algo muy fuerte se movió en mí.” Conocedor de este profundo deseo, Javier Rebollo, uno de sus directores fetiche, le ofreció en bandeja de plata su primera oportunidad para interpretar en francés. Fue en la película “Lo que sé de Lola”, que compitió en la Sección Oficial del Zinemaldi en el año 2006.

Pero con un currículum que incluye desde “Mar adentro” de Alejandro Amenábar hasta, por supuesto, “Volver” de Pedro Almodóvar (premio de interpretación en el Festival de Cannes para el conjunto de actrices), las puertas de Francia no estaban del todo cerradas: “Almodóvar me ha ayudado tanto para poder rodar en París… Haber trabajado con él es como un pasaporte que demuestra que puedes ser buena actriz”.

En uno de esos inexplicables caprichos de la distribución cinematográfica española, aquí siempre ha sido complicado verla hablar francés en una pantalla grande: “Hay un punto de tristeza, porque cuando tienes un deseo de tantos años que se hace realidad, te da pena que la gente que quieres no pueda verlo”. Han tenido que llegar plataformas de streaming como Filmin para poder disfrutar de obras tan reivindicables como la belga “Alleluia” (Fabrice du Welz, 2014). Otras como “Los ogros” (Léa Fehner, 2015) siguen sin llegar.

Lejos del tópico de que los actores que trabajan fuera de nuestras fronteras dejan paulatinamente de recibir propuestas desde España, Lola afirma estar encantada con su carrera paralela: “Es buenísimo porque se pueden complementar. A veces cuando no estás trabajando aquí, trabajas allí. Ha habido años en los que he vivido sólo del cine francés”.

Tras recorrer un camino que incluye cerca de diez películas rodadas en territorio galo, acaba de vivir un pequeño hito personal y profesional. Compartir plano con nada más y nada menos que la bestia parda de la interpretación Gérard Depardieu, en una película aún por estrenar. Y después de Depardieu, ¿qué le gustaría? Ella siempre lo ha tenido claro: “Me encantaría trabajar con Michael Haneke. De hecho, llegó a mis oídos que él vio “Yo, también”.” La fama de difícil que arrastra el director de películas como “La Pianista” o “Amor” no le asusta: “Yo trabajo bien bajo presión”.

Hasta que Haneke se decida a llamar al refugio portugués en el que Lola Dueñas se resguarda cuando no rueda, su agenda sigue adelante con proyectos en España… y, por supuesto, en Francia. Ahora sólo nos queda poder disfrutarlos aquí también.