Dos detenciones en Ibiza por el robo de un reloj valorado en 125.000
Los arrestados son de nacionalidad italiana
Ibiza
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Ibiza a un hombre de 35 años y una mujer de 28, ambos de nacionalidad italiana, como presuntos autores de un delito de robo con violencia en el que sustrajeron un reloj de alta gama valorado en 125.000 euros. También se les acusa de falsedad documental.
Desde la Brigada de Policía Judicial se investigaba a un grupo de jóvenes delincuentes de origen italiano, que venían operando en Ibiza desde el mes pasado. Se creía que podrían estar implicados en un robo con violencia ocurrido el 31 de julio en el cual se sustrajo un reloj de alta gama valorad a un turista, al que sujetaron por el cuello para sustraerle el reloj que portaba en la muñeca para posteriormente huir a bordo de una motocicleta.
Los agentes lograron identificar a dos de los supuestos autores, procediendo a su detención el pasado 10 de agosto en Ibiza. En el momento de la detención poseían dos documentos de identidad italianos falsos, por lo que además del robo con fuerza también fueron detenidos por un delito de falsedad documental.
La Policía señala que estos grupos perfectamente organizados, operan en Ibiza y en otros centros turísticos del territorio español desde hace años. Llegan a estos lugares haciéndose pasar por turistas, y elaboran un estudio detallado de los lugares frecuentado por el turismo de clase alta, así como de las principales vías de acceso y salida de las localidades en las que actúan.
Posteriormente, comienzan a actuar eligiendo una víctima y realizando sobre la misma un seguimiento discreto, dando la información a los encargados de cometer materialmente el hecho, los cuales abordan a la víctima y, empleando violencia física, sustraen el reloj para emprender la huida a toda velocidad a bordo de un ciclomotor o motocicleta.
En ocasiones utilizan un coche de apoyo para asegurar la huida y para deshacerse inmediatamente del reloj sustraído.
Así el reloj, pasa inmediatamente de los autores del hecho a una tercera persona, e incluso a una cuarta que se encarga de guardarlo, para posteriormente sacarlo del país utilizando a otros miembros de la organización. De ahí la dificultad que entraña localizar los relojes una vez sustraídos.