Jack Welch y la crisis en Valencia Basket

Valencia

Jack Welch (Salem, Massachussets, 1935) fue uno de los grandes empresarios del siglo XX. Un hombre de negocios hecho a sí mismo que transformó General Electric de una pequeña firma de bombillas y electrodomésticos en una potente multinacional. Conocido por su agresivo estilo comercial, dejó para la posteridad múltiples ideas y conceptos tremendamente novedosos en el mundo de la empresa. Utilizaba un modelo de dirección con un mantra incuestionable, las compañías deben ser ágiles para tener éxito. Una de las frases que resume su libro de estilo es esta: "Cuando el ritmo de cambios dentro de la empresa es superado por el ritmo de cambios fuera, el final está cerca". 

Hoy hace 22 días de la ¿dimisión? de José Puentes como director general de Valencia Basket. Ya explicamos horas después de su salida las razones por las que se fracturó su relación con la propiedad del club. Lo cierto es que el momento de prescindir de Puentes no ha podido ser más inoportuno. En los primeros meses de un nuevo ¿proyecto? con Joan Peñarroya al frente, en pleno proceso de conversaciones abiertas con la Euroliga para conseguir una Licencia A que coincida con el momento de la inauguración del Arena y metidos de lleno en el crecimiento del equipo femenino, que el pasado fin de semana conseguía el primer título nacional de su historia. No será el último.  

Valencia Basket esta(ba) cambiando por dentro porque la vida, y con ella el deporte de élite, está cambiando por fuera. Por eso en La Fonteta y en L' Alqueria se ha desarrollado en los últimos años una división departamental y un modelo de negocio que rompe con la filosofía tradicional arraigada en la empresa. Nadie en Hermanos Maristas ha explicado oficialmente las razones de la salida de Puentes. Pero lo cierto es que su marcha ha dejado en stand by ese proceso de modernización que había adquirido velocidad de crucero. La elección de la persona que lo sustituya marcará el rumbo de la institución a muchos niveles. Incluido, quizá, el más importante: las relaciones con la Euroliga. Sería interesante, además, que el elegido/la elegida sea alguien que hable el idioma del baloncesto, circunstancia que facilitaría notablemente el trabajo de los profesionales que acuden cada día al pabellón. 

Cada día que pasa sin un nuevo director general aumenta la sensación de acefalia y desgobierno interno. El ultimo episodio lo ha protagonizado el entrenador del equipo masculino. En la rueda de prensa previa al partido de mañana en Manresa, Peñarroya se quejó veladamente por la falta de refuerzos para su plantilla, en la que solo dispone de siete jugadores sanos de primer nivel. Incluso deslizando que alguien externo a los ejecutivos de La Fonteta -deducimos que el propietario- es quien debe responder a la ausencia de fichajes. Mal asunt.

El entorno empieza a no entender cómo marida estar alzando un pabellón cinco estrellas para acoger partidos de Eurioliga con hacer un roster que no es de los tres mejores ni los tres más caros de la Eurocup. Y no soy capaz de entender cómo Valencia Basket -teniendo como tiene una gran relación con la FEB- ha tragado con jugarse la Euroliga Femenina tan solo 48 horas después de disputar la final de la Supercopa. Con amigos así, para qué tener enemigos.