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Lidia puede salir de nuevo a la calle 14 meses después: "Le dije a mi marido: 'Corre, vísteme, que nos vamos"

Después de que su historia saliera a la luz en la SER, el ascensor de su casa ha vuelto a funcionar. Lidia ha salido por fin otra vez a la calle. Lo primero que ha hecho ha sido mirar los árboles, nos ha contado en La Ventana de Madrid

Entrevista a Lidia, que ha podido por fin salir de nuevo a la calle tras 14 meses en su casa

Entrevista a Lidia, que ha podido por fin salir de nuevo a la calle tras 14 meses en su casa

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Madrid

Catorce meses después, Lidia salió de casa. "Está el ascensor estropeado y no puedo bajar, no puedo ir al médico, ni a rehabilitación", lamentaba hace solo unos días. Vivía en su casa, una vivienda de protección oficial del Ivima, como en una prisión. El ascensor estaba bloqueado por la empresa por impago y Lidia, en silla de ruedas desde que sufrió un ictus en 2019, no podía bajar a la calle. Hasta que lo ha hecho de nuevo en la mañana de este viernes, un viernes, como si le hubieran levantado la condena. Hemos hablado con ella en La Ventana de Madrid.

"No me lo creía cuando me lo ha dicho esta mañana mi marido. Me dice '¡que han puesto el ascensor!'" y ella le contestó "'venga, corriendo, vísteme, que nos vamos'" y ahora lo dice riendo. "Estaba como hasta mareada y todo" al llegar a la calle, que se había vuelto una desconocida a la que apenas podía otear desde su ventana. Al estar sentada en la silla "la ventana queda por encima de ella y no puede ver la calle", explicaba a la SER su marido, Juan.

Al llegar abajo, en la luz del día, lo primero ha sido mirar a los árboles. "A ver si estaban los patitos que había hace unos meses. Había unos patitos del Faunia, pero no estaban". Y el día, cuando uno se pasa 14 meses encerrado, contiene emociones en cada baldosa. Porque después, Lidia, ha disfrutado al poder pasear de nuevo a sus perritos. "¡La pequeñaja estaba como loca!", celebra

Después de que su historia se conociera en la SER, la Comunidad aseguró primero que no podía hacer nada. Los vecinos del bloque, la mayoría de ellos en situación de vulnerabilidad, habían dejado de pagar la comunidad porque había varias viviendas ocupadas y pese a que la Agencia Social de la Vivienda de la Comunidad de Madrid, el antiguo IVIMA, había ido abonando sus cuotas, no se había preocupado ni de devolver la luz a las zonas comunes ni de activar el ascensor. El Gobierno regional, respondió entonces que, aunque era el propietario del edificio, no era su administrador; pero dos días después de que la historia saliera a la luz pública, se puso en contacto con la oficina administradora para exigirle que arreglara el ascensor. Y por fin este viernes ha vuelto a funcionar. ""El Ivima habló con el administrador y llegaron a un acuerdo", explica Lidia.

Casi llega tarde, porque el encierro de Lidia, sumida en una depresión, la amenazaba cada día. "Tenía ganas de morirme, nada más. Lo del ictus fue para mí un golpe muy fuerte, pero ya el no poder salir... Ya fue el 'no más'". Si hubiera seguido así, cree, "algo me hubiera pasado, porque yo ya estaba con muchas pastillas para la depresión y... dije 'me va a dar otro ictus'". Eso no ha ocurrido y, en su lugar, ahora se va a dedicar "a salir, salir, salir sin parar. Irme a comprar..."

 
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