El Gobierno de Navarra entrega a sus familiares los restos de Emiliano Miguel Portugal
Tenía 21 años cuando fue se fugó del Fuerte de San Cristóbal y fue asesinado en Larrasoaña en su huída hacia Francia
Pamplona
La consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, ha presidido el acto de entrega a sus familiares de los restos de Emiliano Miguel Portugal, fugado de Ezkaba en mayo de 1938, por parte del Instituto Navarro de la Memoria.
Sus restos fueron recuperados por la Sociedad de Ciencias Aranzadi en la exhumación realizada en Larrasoaña en julio de 2018 y, posteriormente, identificados con la investigación genética del laboratorio Nasertic a partir de las muestras depositadas en el Banco de ADN público del Gobierno de Navarra.
En el acto han estado presentes, además de la consejera Ollo, el director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, Martín Zabalza, y los responsables del Instituto Navarro de la Memoria Josemi Gastón, Cesar Layana y Manuel Ibáñez, así como representantes de diferentes asociaciones memorialistas de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y de Nasertic, que han acompañado a los familiares que han asistido al acto.
La consejera Ollo se ha dirigido a la familia expresando que “hoy os abrimos las puertas del Gobierno para devolveros los restos de Emiliano, un joven de 21 años a quien nunca debieron arrebatar de vuestra familia. Un joven que seguramente se ilusionó y soñó con los nuevos aires de libertad y con la esperanza de justicia social, al que el golpe militar de 1936 cortó las alas por completo. Os comprendemos bien, porque esa fue también la historia de miles de navarros y navarras que sufrieron el golpe terrible de la represión”.
Asimismo, ha querido agradecer el trabajo de tantas personas que han posibilitado este acto como la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Palencia, la asociación Txinparta-Fuerte de San Cristóbal, y también del investigador Fermín Ezkieta, de la Sociedad de Ciencias de Aranzadi, del laboratorio genético de la empresa pública Nasertic y de Paulina Lizoain “por tu testimonio, tus recuerdos y tus reflexiones sencillas que explicaron perfectamente tu deseo de que fuera posible identificar a Emiliano y a Leoncio y entregarlo a sus familiares”.
La consejera ha concluido dirigiéndose a los familiares “la sociedad navarra comprende los sufrimientos que habéis pasado y repudia aquella violencia terrible que se desató contra miles de navarros y navarras, y también contra cientos de personas cuya única vinculación con nuestra tierra era tener que cumplir injusta prisión en sus penales. Compartimos la alegría que hoy tenéis por recuperar a Emiliano, la comparten especialmente muchas familias que cada vez que ven recuperar y entregar un desaparecido a su familia sienten que están acompañando a uno de los suyos. Vuestra historia está unida a la nuestra para siempre”.
Emiliano Miguel Portugal
Emiliano Miguel Portugal era natural de Santibáñez del Val (Burgos) y vecino de Dueñas (Palencia). Tenía 21 años cuando fue asesinado en la fuga del penal del Fuerte de San Cristóbal, en el monte Ezkaba. Fue uno de los 85 castellano-leoneses abatidos, todos ellos habían formado parte del grupo de 795 presos que el 22 de mayo de 1938 protagonizaron la fuga. Ese domingo por la tarde los presos se hicieron con el control del penal y muchos de ellos iniciaron la huida hacia Francia, pero la posterior persecución derivó en una masacre y únicamente tres (o cuatro, según algunas hipótesis) consiguieron llegar a Francia. El resto fueron detenidos, muchos conducidos de nuevo al penal y 206 fueron asesinados tras ser capturados.
Identificación
El Banco de ADN, vinculado al Departamento de Relaciones Ciudadanas a través del Instituto Navarro de la Memoria, ha logrado identificar a Emiliano Miguel Portugal como uno de los cuatro exhumados en Larrasoaña en julio de 2018. El año pasado fue identificado en ese mismo lugar el vallisoletano Leoncio de la Fuente Ramos que, junto con otros dos compañeros todavía sin identificar, fueron detenidos en las proximidades de Larrasoaña, asesinados y enterrados en las inmediaciones de su cementerio. Gracias al testimonio de Paulina Lizoain (en ese momento una niña) que fue testigo de los hechos, pudo ser localizada y exhumada en 2018 la fosa en la que fueron enterrados.
Con ésta son ya 30 las identificaciones de restos por el Banco de ADN de Navarra, aunque quedan todavía numerosos restos exhumados pendientes de identificar. Actualmente hay 282 expedientes abiertos, pero quedan muchas familias por contactar y restos por localizar. Por todo ello, el Instituto Navarro de la Memoria hace un nuevo llamamiento a la colaboración, tanto para la localización de posibles fosas, como para encontrar familiares de fugados cuyas muestras genéticas puedan permitir nuevas identificaciones. Para lograr estas identificaciones, es necesario un largo proceso de investigación y recogida de testimonios.