La barbería de la calle Manyans de la que algunos clientes nunca volvieron a salir
Rafa Solaz nos cuenta una de las historias más truculentas recogidas por Pablo Carsí en la València de principios del siglo XIX
El documentalista, frente a la puerta de lo que en su día fue una barbería de sangre y muerte. / Cadena Ser
Valencia
Pablo Carsí i Gil fue un vecino de València que se convirtió en improvisado historiador, ya que anotaba en un cuaderno cuanto acontecía en la ciudad a principios del siglo XIX. Una de esas historias que él recogió por escrito ocurrió en la calle Cerrajeros (ahora calle Mayans), en una conocida barbería.
Casi sin quererlo, Carsí se convirtió en un auténtico cronista que nos dejó historias y anécdotas curiosas en esa València de principios del siglo XIX, especialmente de la guerra de la Independencia, donde él participó en la lucha contra los franceses. El protagonista de esta historia perteneció a la Milicia Nacional, la institución que se creó en la guerra de la Independencia.
La València olvidada. La barbería de la calle Manyans
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Una de estas historias, tal vez de la València más terrorífica, es el caso de la barbería de la calle de Cerrajeros (actual de Manyans). A esa barbería entraron sujetos de València que nunca volvieron a salir del establecimiento. En sus escritos, Carsí asegura que son hechos verídicos.
El Carsí nos describe una València costumbrista, la forma de vestir de los valencianos, las fiestas, los barrios, mercados, El Encantillo [o Rastro], pastelerías, tabernas, chocolaterías, posadas, los oficios y las calles principales con sus monumentos, la València escolar y la Inclusa, pasando por una feroz crítica al Hospital General… más un resumen de cómo quedó la ciudad después de la guerra de la Independencia.
Existe un manuscrito de anotaciones de Carsí que él mismo tituló “Cosas particulares, usos y costumbres de la ciudad de València" y que va desde 1800 hasta 1867.
A pesar de ser un tanto desconocido para los historiadores, sí lo citan algunos como un personaje importante, ya que fue capaz de describirnos una València decimonónica de la que fue testigo ocular, esa ciudad que se abría paso hacia el momento que alumbró el tránsito hacia la València contemporánea, cuando los periódicos de la época no ofrecían el tipo de noticias que él mismo recogió.
**Texto: Rafa Solaz, documentalista y bibliófilo
