El Sporting rescata de la nada un punto que le mantiene arriba
Mariño sostuvo al equipo pese a la blandura defensiva, Villalba empató en el primer tiro a puerta y el portero vasco evitó el triunfo rojiblanco en el añadido
Si el sportinguismo aún se frota los ojos pensando cómo, tras un partido tan malo el equipo no salió derrotado de Lezama, imagínense si llega a ganar al Amorebieta. Pudo hacerlo, de no haber metido una mano prodigiosa Santamaría a un zurdazo de Aitor García ya en el tiempo añadido. Con dos disparos a puerta en 94 minutos y a pesar del recital de errores y frivolidades en defensa, el Sporting salvó un punto que le mantiene líder al menos hasta el lunes (cuando juega el Almería) y que demuestra que, cuando un equipo coge la ola buena, hasta el día mas canalla es capaz de rescatar algo. Y el Sporting, queda claro, está de dulce.
En Lezama, en el estreno de su nueva equipación, el equipo gijonés rescató un empate inverosímil tras el peor partido de la temporada. Mariño evitó que la blandura defensiva saliera demasiado cara, parando casi todo lo parable y permitiendo que, con un solo gol en el primer disparo a puerta, el Sporting consiguiera recompensa. Increíble, pero cierto.
Lo cierto es que el cuadro gijonés estuvo por debajo del nivel habitual en casi todas las líneas, porque si en defensa fue escandalosamente blando, la elaboración también dejó mucho que desear y en ataque el equipo fue prácticamente nulo, con Djurdjevic en uno de esos días en los que se pelea tanto con el balón como con los árbitros. Solo se dejó ver el montenegrino en dos ocasiones desperdiciadas en los primeros diez minutos. Afortunadamente, el Sporting tiene este año alternativas como la del 'mago' VIllalba, que se sacó de la chistera un golazo por la escuadra tras un centro de Bogdan que Djuka no pudo rematar. Era el minuto 82 y suponía el primer disparo del Sporting entre los tres palos.
Y eso que el Sporting había salido dominador e intenso al inicio del partido, adueñándose del balón, llevando al Amorebieta a perseguir sombras y robando a toda velocidad y propiciando contrataques peligrosos las escasas veces que su rival tocaba el cuero. La primera noticia estuvo en la alineación rojiblanca. Gallego decidió zarandear el once. Apenas 24 horas después de lanzarle un mensaje público de confianza, sentó a Marc Valiente (el hombre más discutido de la defensa) para alinear a Berrocal, devolvió la titularidad a Kravets, le concedió una nueva oportunidad a Campuzano (al que necesita recuperar) y premió el buen hacer de Gaspar dándole el puesto de Aitor García.
La felicidad inicial duró poco. Gragera (un jugador que puede permitirse errores pero no abusar de frivolidades) cometió una primera pifia que pudo salir cara. Otro error calamitoso de Berrocal, despejando un balón hacia el centro de su propia área desencadenó un desastre defensivo que, al tercer intento y tras dos grandes intervenciones de Mariño, acabó en el 1-0, gol de Larrucea, con un disparo ajustado al palo.
La situación desarboló a los rojiblancos, que fueron borrados del mapa hasta la aparición estelar de Fran Villalba, que ya es el máximo goleador del equipo. Marcó en la jugada posterior a que Mariño, con otra buena parada a ras de césped, evitó el 2-0. Hubiera sido cruel pero fantástico que Aitor García lograra la victoria casi en el último minuto, aunque los sportinguistas se dieron con un canto en los dientes viendo que, tras lo sucedido, su equipo no regresaba de vacío.
El resultado de Lezama demuestra que, definitivamente, a este Sporting le sale casi todo. Pero en otro viaje al País Vasco vuelve a quedar patente que, atrás, al equipo se le están soltando las costuras. Si en Ipurúa los fallos (principalmente de Marc Valiente) le costaron caros, en Lezama sin el catalán el equipo rojiblanco volvió a dejar patente que, si bien en ataque ha mejorado con respecto al año pasado, en defensa tiene mucho que progresar. Desde lo más alto de la clasificación, si los árboles no impiden ver el bosque, podrá corregirlo con mayor facilidad. Que dure la racha; de momento, en un derbi en el que lo que menos importan serán las formas.
David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...