Arenales de San Gregorio se vuelca con sus vecinos dependientes
La iniciativa de Servicio de Comidas a Domicilio para personas dependientes tiene lista de espera en la localidad
Arenales de San Gregorio / Ayuntamiento de Arenales de San Gregorio
Las Pedroñeras
Poblaciones como la de Arenales de San Gregorio, un municipio ciudadrealeño que a penas supera los 500 habitantes, cada vez sufren más el envejecimiento de sus vecinos. Es por ello que iniciativas como la del Servicio de Comidas a Domicilio para personas dependientes en esta localidad, son muy valiosas para sus vecinos.
Nos cuenta en qué consiste dicho servicio la trabajadora social del Ayuntamiento, Gloria Cañas: "Es el reparto de comidas diarias a personas dependientes de la localidad, tanto para personas mayores, como personas dependientes". Tras el estudio de la situación demográfica y de las necesidades de los habitantes, "se realizó el proyecto", cuenta la trabajadora social.
Y es que, los servicios sociales del Ayuntamiento venían palpando, según la trabajadora social, esta necesidad, pero con la llegada de la pandemia y el confinamiento, la solidaridad de la gente hizo que no se necesitase financiación externa.
Cuando acabaron los meses de confinamiento en las casas, la dependencia de las personas aumentó. Gracias a una bonificación que aportan los usuarios y a una subvención por parte de la Diputación de Ciudad Real, se ha conseguido sufragar esta necesidad. La coordinación y organización se trabaja desde el Ayuntamiento de este municipio.
Se está buscando financiación para continuar
En un futuro se pretende continuar con esta medida, pero habría problemas para costearla. "Estamos buscando otras vías de financiación", cuenta Cañas, "porque la subvención es un 30 por ciento de lo que el proyecto costaría durante todo un año".
La trabajdora social asegura que al principio esta iniciativa no tuvo éxito, debido a la tradición costumbrista que hay en los pueblos. Actualmente la medida está teniendo una gran acogida, "ahora tengo gente en lista de espera", dice Cañas.
Según la trabajadora social, la gente no estaba receptiva ante este servicio "por la incertidumbre o el miedo a qué comida me traerán". Pero posteriormente, "se corrió la voz de que la comida estaba buena", cuenta Cañas.
Además, se trata de una dieta que está adaptada a la situación sanitaria de cada usuario y están valoradas bajo criterio médico.
