"Pesa más lo positivo que lo negativo", la vida en Tragacete, un pequeño pueblo de Cuenca
Conocemos el devenir del día a día de este municipio de algo más de doscientos habitantes a través del testimonio de algunos de sus vecinos
Cuenca
Tragacete es un municipio conquense de unos 250 habitantes. Enclavado en el parque natural de la Serranía de Cuenca, en plena ruta turística, buena parte de su población vive de la hostelería. Otros de la ganadería. Pocos de la agricultura. Algunos de la explotación forestal o de la construcción. Tragacete es un pueblo pequeño pero aun así en cabecera comarcal. Aquí está el centro de salud. Y hay escuela. Esta localidad ha acogido este 28 de octubre un nuevo foro de la España Vaciada organizado por la Cadena SER en Castilla-La Mancha. Coincidiendo con ese acto hemos recorrido las calles del pueblo, casi desiertas en las tardes de estos días de otoño, y nos hemos encontrado con algunos de sus vecinos. Lo podéis escuchar a continuación en el reportaje que hemos emitido en Hoy por Hoy Cuenca en el espacio semanal de los jueves Orgullosos de SER de Cuenca.
“Pesa más lo positivo que lo negativo”, la vida en Tragacete, un pequeño pueblo de Cuenca
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El supermercado de Tragacete se llama Tradys y cierra los miércoles, el día que hacemos este reportaje. No será muy difícil intuir lo que vende. De todo. Y si no tienen de algo, “mañana me traen”. Es así en todos los pueblos. Las tiendas y comercios se implican en la atención a los pocos vecinos como algo familiar.
Es lo que le ocurre a Lourdes Maqueda, la farmacéutica de Tragacete que tiene su botica enfrente del ayuntamiento. “Damos el servicio a este pueblo y a Vega del Codorno, Huélamo, Beamud y Valdemeca”, nos dice. “A cada pueblo voy una tarde a llevar las medicinas que necesitan u otros productos de parafarmacia. Hay mucha cercanía con los clientes. A algunos sobre todo a los más mayores, les llevo los medicamentos a su casa, aquí y en otros pueblos. Nos conocemos todos y somos como una familia”. La población mayor, que es mayoritaria en estos pueblos, es la que más medicamentos consumen, pero Lourdes se preocupa por el relevo generacional que no existe. “No hay demasiada gente que se venga a vivir al pueblo”, dice. “El Ayuntamiento de Tragacete está promoviendo la llegada de nuevas familias, y algunas han venido, pero necesitamos mucho apoyo”.
Desde la puerta de la farmacia, Lourdes ve el trajín matutino en la casa consistorial o en La Chispa, un bar acostumbrado a ofrecer almuerzos a empleados de la construcción como Carmelo que trabaja en la obra de tres viviendas aquí en Tragacete. Le encontramos a pie de hormigonera, con la pala en la mano. “Ya tenemos la estructura del edifico y estamos liados ahora con el tejado”, nos cuenta. Sobre la situación laboral en la comarca para su sector, Carmelo lo tiene claro: “el trabajo está justito. Si viene gente no tenemos trabajo para todos y si no vienen no se genera más trabajo. De momento tenemos empleo, pero los jóvenes se van y gente que quiera dedicarse a la construcción no hay”.
A 1.283 metros de altitud, los inviernos en Tragacete son fríos y los vecinos se preparan. La familia de Pilar está guardando leña “de pino, de por aquí”, nos cuenta. Ella ve con buenos ojos que se pongan en marcha distintas iniciativas para asentar población “porque estos pueblos están muy muertos”. Su hermano Jerónimo, ya jubilado, coloca los troncos en un cobertizo de la casa de sus padres y nos cuenta que se ha dedicado a la trashumancia del ganado “pero no hacíamos veredas, llevábamos los animales hasta la estación de tren de Chillarón”.
Muchos vecinos de estos pueblos son también trashumantes. Pasan los inviernos en las grandes ciudades donde emigraron a trabajar a mediados del siglo XX y el resto del año en su pueblo de Cuenca. Es el caso de Ángeles que pasa a nuestro lado junto a unas amigas. Vienen de pasear. Con sus orígenes en este pueblo y ahora ya mayor, ha vuelto a Tragacete donde pasa buena parte del año. “Tenemos buenos servicios como el Centro de Salud que es extraordinario”, dice, “tenemos farmacia, tienda… Podía haber más cosas, pero estamos bien”, dice Ángela que nos cuenta que le gusta “pasear, hablar con las amigas, participar en las actividades que se organizan en el pueblo, como el cine que se proyecta en la casa de la cultura”.
Junto a la carretera que continúa hacia el Nacimiento del Río Cuervo, doce kilómetros más adelante, y por la que pasan cada año más de 120.000 personas con ese destino turístico u otros parajes de la Serranía de Cuenca, hay un parque de reciente construcción. En uno de los columpios encontramos a uno de los nuevos vecinos, Andrea, que juega con su hija pequeña. “Vivo aquí desde hace diez meses”, nos cuenta. “Conocí el programa Hola, Pueblo y así llegamos con mi marido y la niña”. Andrea tiene aquí su empresa de artesanía de madera con la que elabora juguetes. Se llama Carpintoys. Por su acento ubicamos sus orígenes “en Argentina”, confirma Andrea, “pero vivo hace ya un tiempo en España. Llegamos aquí desde Cataluña. Aquí se vive bien, un poco frío, es otra vida”. La hija de Andrea va al colegio a Tragacete. “Faltan algunas cosas, pero se compensa todo. En una balanza pesan más las cosas positivas que las negativas. Espero que sea un futuro bueno. Para la niña seguro porque tiene una vida tranquila jugando con sus amigos. Yo echo de menos la fibra óptica y, qué she yo, una panadería para tener pan recién horneado”.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...