El Pabellón de los Hexágonos, la construcción más original de Madrid, lleva cincuenta años olvidado
El nombre lo dice todo y es razón más que suficiente como para que prestemos atención a su historia. Un edificio único en muchos aspectos y que en la actualidad, a la espera de su completa rehabilitación, sigue dormido en la Casa de Campo
Pabellón de los Hexágonos en Casa de Campo / Nacho Ares
Madrid
El Pabellón de los Hexágonos fue el edificio que representó a España en la Exposición Universal de Bruselas en 1958. La dictadura de Franco echó toda la carne en el asador para ofrecer una imagen de modernidad y vanguardismo, anunciando la apertura que luego viviría en país en la década de 1960. Y vaya si lo consiguió. Se llevó el primer premio y, lo más importante o representativo, adelantándose y haciendo sombra al famoso Atomium de Bruselas que quedó por detrás en la clasificación de aquella Exposición Universal.
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El Pabellón de los Hexágonos, la construcción más original de Madrid, lleva olvidado cincuenta años
Arquitectura y paisaje
El Pabellón de los Hexágonos es una genialidad de dos arquitectos afincados en Madrid: José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún. José Antonio era madrileño y ramón era coruñés aunque madrileño de adopción. Presentaron el proyecto del Pabellón de los Hexágonos y lo ganaron. Las dos premisas principales que se les exigió fueron que se pudiera desmontar y, lo más importante, que se integrara en un espacio irregular lleno de árboles que no se podían talar. Y lo hicieron con un éxito rotundo.
El nombre de Pabellón de los Hexágonos le viene dado por los paraguas hexagonales que forman la techumbre de los espacios que forman el edificio. Todo un ingenio hidráulico que conseguía desaguar el agua de la lluvia sin necesidad de canalillos. A este edificio vamos a dedicar la sección de Historia de Madrid en Hoy por Hoy Madrid. En la actualidad el pabellón está siendo rehabilitado devolviéndole su aspecto original de 1958 y retirando añadidos posteriores. En un futuro tendrá una función más digna que la que ha tenido en las últimas décadas. En 1959 se desmontó y se trajo para Madrid. Se montó en la Casa de Campo y allí ha estado, olvidado durante prácticamente cinco décadas.
