La justicia no solo es tuerta, también está perdiendo el olfato
Trece acusados se sientan en el banquillo por el supuesto amaño en la adjudicación del macrovertedero de la Vega Baja, entre ellos, el expresidente de la Diputación José Joaquín Ripoll, los empresarios Ángel Fenoll y Enrique Ortiz y la exalcaldesa de Orihuela, Mónica Lorente. Todos hemos escuchado las impúdicas grabaciones
La Columna de Carlos Arcaya: «La justicia no solo es tuerta, también está perdiendo el olfato»
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Alicante
No es la primera pieza de la veintena de causas judiciales derivadas del caso Brugal, pero sí que es la más importante a la vista de los hechos y de los acusados que se sientan en el banquillo de la sala de vistas de la sede de Elche de la Audiencia Provincial.
Nos referimos al supuesto amaño en la adjudicación del macrovertedero de la Vega Baja. Trece acusados, entre ellos el expresidente de la Diputación José Joaquín Ripoll, los empresarios Ángel Fenoll y Enrique Ortiz y la exalcaldesa de Orihuela, Mónica Lorente. Todos hemos escuchado las impúdicas grabaciones.
Lo que ocurre es que, pese a ser la pieza más magra, a la vista de los antecedentes, es previsible que todos terminen absueltos una vez decretada la nulidad de las escuchas o con penas mínimas.
A la justicia se la representa con una venda en los ojos. Otros dicen que es tuerta. Iñaki Gabilondo sostiene que ve muy bien con el ojo derecho. Y en nuestra provincia hemos descubierto que también padece anosmia. Es decir, una perdida total del olfato. Porque hasta el momento, los acusados han terminado por irse de rositas pese al olor nauseabundo que desprenden las causas derivadas del Brugal.
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