Mi dulce guerrero

Irun

Convivir con un niño o niña con diabetes es un reto difícil de sobrellevar para las familias, especialmente para las madres. En la mayoría de los casos, la situación de control a la que obliga esta enfermedad, hace que muchas dejen de trabajar para realizar un seguimiento exhaustivo de los niveles de insulina de sus hijos e hijas durante las 24 horas del día. Todo se trastoca en la familia y el tema diabetes se convierte en la principal preocupación.

La irunesa Ana Esgueva es madre de Iker, un niño que debutó el pasado mes de febrero en diabetes tipo 1. "Todavia estoy adaptándome a la situación", comenta. Después de unas primeras semanas en las que se sentía hundida, decide empezar a luchar para socializar esta enfermedad y para reivindicar que en los colegios de Euskadi se incorporé la figura de las enfermeras de centros escolares. "Ya nos hemos puesto en contacto con responsables de salud pero nos dicen que no hace falta porque eso es sobreproteger a los niños/as". Según Ana, "se nota que ellos no saben lo que significa vivir cada día esta situación".

Hay que dedicar todo el día, las 24 horas, a controlar y regular los niveles de insulina, y esto lleva a que muchas madres se vean obligadas a dejar su trabajo y sus costumbres habituales, para centrarse exclusivamente en el seguimiento de sus hijos e hijas. "No descansas ni de noche, ni en vacaciones. Esto no es solo pinchar insulina, esto es pesar alimentos, contar hidratos.... Te conviertes en el pancréas de tu hijo", apunta.

Ana Rodríguez, es madre de Ibon un niño de 10 años que padece diabetes desde hace 3 años. "Es una lucha continua. A esto no te puedes acostumbrar", comenta. Casualidades de la vida, Ana Esgueva y Ana Rodríguez estudiaron juntas en el colegio Leka-Enea, son amigas y ahora, madres de niños con diabetes, luchan juntas por su hijos.

Xabier Amunarriz, presidente de la Asociación Gipuzkoana de Diabetes, también padece la enfermedad desde que tenía 7 años, y ahora con 30 años, trabaja para ayudar a las familias a sobrellevar esta situación. "Es duro, al principio no eres muy consciente, pero empiezas a serlo cuando ya no puedes quedarte en el comedor del colegio y cuando ves que te pasa algo que te hace diferente a los demás", apunta.

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El 14 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Diabetes, y en el Hoy por Hoy Irun hemos hablado con estos tres protagonistas para conocer más detalles de esta patología y comprender que pasa en una familia cuando tienen que convivir con un niño o niña que padece diabetes.

Ana Esgueva ha puesto en marcha iniciativas para recaudar dinero para la investigación. Están confeccionando bolsos y mochilas con telas del negocio de su madre que ya se ha jubilado, y que venden a través del boca a boca, en redes sociales, con el perfil "Mi Pequeño Guerrero", y también en una carpa que se instalará los domingos en la plaza del Ensanche. "Ya he conseguido mandar 3.000 euros a la Fundación Diabetes 0", comenta Ana.