Aprender teatro en Cuenca: una experiencia formativa más allá de las tablas
Nos colamos en las clases de la Escuela Municipal de Música y Artes Escénicas y en los laboratorios de creación y experimentación teatral Cuenca Creativa y Palanka Teatro
Cuenca
¿Cómo es la formación teatral en Cuenca? ¿Qué cursos se ofertan? ¿Quiénes se apuntan? ¿Qué les ha llevado ahí? ¿Cuáles son sus inquietudes? ¿Qué objetivos se marcan? Preguntamos a profesores y alumnos en la Escuela Municipal de Música y Artes Escénicas ‘Ismael Martínez Marín’ donde nos atiende, junto a sus alumnos, la profesora Patricia González, y en los laboratorios de creación y experimentación teatral Cuenca Creativa que dirige el actor y dramaturgo conquense Javier Muga y Palanka Teatro, donde la profesora Pilar Martín lleva casi una década formando alumnado. Lo podéis escuchar a continuación:
Aprender teatro en Cuenca: una experiencia formativa más allá de las tablas
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Escuela Municipal de Cuenca
Nos colamos en una clase de teatro de la Escuela Municipal de Música y Artes Escénicas ‘Ismael Martínez Marín’ de Cuenca. En el salón de actos encontramos a un grupo proclamando textos mientras caminan como sin rumbo y se cruzan unos con otros. Las voces también se entrecruzan una con otras. “Estamos trabajando un texto dramático a partir del juego”, explica la directora del área de teatro de esta escuela, Patricia González, que imparte la clase en la que estamos. “Lo primero que hacemos al entrar a clase es trabajar el entrenamiento desde el cuerpo. A partir de las distintas acciones corporales podemos entrar en una atmósfera de trabajo actoral. Luego hemos trabajado el texto, no tanto desde la psique del actor sino a través de su respiración, de distintas velocidades, a través de la proyección, del verbo con el que quieren accionar el texto y una inmensidad de juegos con los que podemos accionar ese carácter de personaje, ese ritmo de texto, esa emoción”.
Quizás muchos piensen que apuntarse a una clase de teatro es simplemente memorizar un texto, subirse al escenario, proclamarlo y actuar, pero hay un trabajo previo y muy distinto. “Esta escuela es todo lo contrario”, matiza la directora. “Nada más llegar, a los alumnos se les quita esa idea porque lo que hacemos desde el profesorado es darles herramientas suficientes para que ellos puedan subir al escenario. Y lo hacen al segundo o tercer año. El primero trabajan cómo desarrollar esos personajes y con distintas técnicas actorales”.
La Escuela Municipal de Teatro de Cuenca cumple “diez años más uno”, explica González, “que a mí me gusta llamarlo así por todo el año de la pandemia que nos limitó a estar presentes aquí pero que también fue un año muy bonito a través de la cámara”. Junto a Patricia González, Pedro Martínez es el otro profesor (este curso está también impartiendo clases en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, la Resad), los dos titulados en Artes Escénicas, que trabajan este curso con tres grupos de adultos y dos más de infantil y adolescente. Ante la próxima apertura en el curso 2022/23 de la Escuela Superior de Arte Dramático en Cuenca, Patricia González considera que “supone todo”. “La base de esta Escuela Municipal es poder accionar a toda esa Escuela Superior, estoy muy feliz con que se abra y creo que va a traer no solo esa cultura hacia el teatro sino también empresas como un importante motor económico alrededor que será tan necesario para una ciudad cultural como Cuenca”, valora la directora.
En la clase de adultos en la que nos encontramos está Miriam que reconoce que “siempre me ha interesado este mundo y me gustaría dedicarme profesionalmente a ello”. “Encontré esta escuela, este espacio seguro, donde estamos aprendiendo de profesionales y acercándonos cada día más a lo que venimos buscando cada uno, en mi caso el dedicarme profesionalmente a interpretar”, confiesa Miriam que dice que está “muy feliz, además he retomado las clases hace poco y tenía como una carencia de estar aquí en este espacio que es muy divertido, en el que estoy aprendiendo mucho y en el que quiero seguir participando”.
Lorena está en esta clase porque considera que “el teatro es una forma de expresión fabulosa para cualquier persona y a los amantes del teatro el tener la oportunidad de venir a estas clases de mano de profesionales tan buenos como son Patricia y Pedro pues me hace estar muy satisfecha. Es una forma de ocio muy saludable y recomendable para todo el mundo”. En su caso no busca una salida profesional, “no, me conformo con dedicarle a esto de forma puntual, amateur, no profesional aunque sí con algunas representaciones puntuales”.
Miguel es profesor de Lengua y Literatura, actualmente en las Escuela de Arte ‘Cruz Novillo’ de Cuenca y considera estas clases como “una verdadera aventura, desde el primer momento me ha parecido interesantísimo. Vine buscando un complemente a mis clases de literatura para sentirme preparado para dar clase de artes escénicas, pero ha superado mis expectativas en gran medida. Es una forma paralela a la literatura y muy rica de trabajar el teatro”. Inmerso ahora en el aprendizaje del trabajo actual, Miguel reconoce que aspira “a dirigir, aprender al menos los rudimentos del teatro por dentro y saber manejar a los alumnos y poder hacer teatro de verdad”.
Raquel considera la experiencia en esta escuela de teatro “muy bonita, muy enriquecedora, totalmente diferente a como la esperas antes de llegar y empezar a desarrollar estas técnicas bueno conocías antes”, nos cuenta, y reconoce que está aquí “por atender una vocación incumplida toda mi vida. Por distintas circunstancias y ahora se me ha planteado de manera que me permite dedicar tiempo a esta afición tan bonita. No hay más que eso”, ni un objetivo mayor, “creo que ya no va poder ser, pero me conformo, me encanta y disfruto muchísimo el presente”.
Cuenca Creativa
En el interior del polideportivo de San Fernando, en la avenida del Mediterráneo, en uno de los laterales de la pista principal, se ubica el aula donde nos colamos ahora para conocer a los alumnos del laboratorio teatral Cuenca Creativa que, por primera vez se desarrolla en la ciudad este curso de la mano del actor y dramaturgo conquense Javier Muga. Tras representar durante este año en teatro de toda España la obra escrita por él Mi mundo es otro, dirigida por Ángel Villaverde y protagonizada por Belinda Washington, y tras desarrollar talleres teatrales similares en Madrid, este joven entusiasta realiza su sueño por fin en su ciudad: “Tenía muchísimas ganas de estar en Cuenca. Estoy encantando”, nos dice mientras nos atiende en plena formación. “Nos has pillado en plena clase de este laboratorio de creación y experimentación escénica y la verdad es que estamos contentos, con ganas de mostrar el talento que hay aquí y que es alucinante”, explica Muga. “Veo a los alumnos muy motivados, creo que tienen una capacidad de recibir y de llevarse a su terreno toda la información que les doy. Nos encanta compartirlo y disfrutarlo. Creo que este es el momento de separarse de la realidad y de vivir un momento simplemente para ellos”.
El grupo de Javier Muga lleva unos días de curso y ya tienen un objetivo claro, representar el 22 de diciembre su primer montaje teatral en el Centro Cultural Aguirre de Cuenca con entrada gratuita. “La verdad es que nos hemos lanzado a la piscina, creo que en la vida hay que arriesgarse. Estamos ya inmersos en los ensayos con el objetivo de enseñarle a la gente, cuanto antes, el talento que hay”.
Entre las alumnas encontramos a Asun Flores, maestra de infantil con gran experiencia en la docencia, fue candidata al premio anual a la mejor profesora de España, que considera que “todos los docentes tenemos un poco de actores”. “La pasión por el teatro me viene desde pequeña”, nos cuenta. “Intento aprender y enseñar lo que puedo dentro de mis posibilidades. Este laboratorio con Javier es una gran oportunidad. Los docentes nunca dejamos de aprender. La experiencia es una maravilla. Estas dos horas que estamos se pasan volando. El teatro es cultura, tenemos que practicarlo y fomentarlo mucho”.
Ana está en este grupo porque considera que “el teatro permite vivir otras historias a parte de la vida cotidiana”. Ella también es profesora, de Lengua y Literatura en este caso. “Mi vida profesional está ligada también al género teatral, ya lo hice de forma teórica y ahora estoy aquí para aprender de forma práctica”, relata mientras reconoce que la experiencia es “fenomenal, maravillosa, enriquecedora y cada día aprendiendo un poco más”.
Inés llegó hasta aquí atraída por la visión experimental que Javier Muga quiere darle a su laboratorio. “Me picó la curiosidad”, dice. “Yo tengo una experiencia previa en mi país, Polonia, donde trabajaba en una compañía de teatro y en Cuenca me faltó volver a lo que solía hacer allí. Surgió la oportunidad y aquí estoy”.
Palanka Teatro
Tal es el entusiasmo que tiene Inés, que nos la encontramos también como alumna en el laboratorio de experimentación teatral de la asociación Palanka Teatro que dirige Pilar Martín y que en su novena edición se desarrolla en el local del pintor conquense Fernando Pellisa en la calle Álvaro de Luna. “Siempre hacemos un curso de iniciación, desde cero, para gente que tenga poca o ninguna experiencia”, nos cuenta Martín. “Siempre digo que lo importante es que vengan a divertirse, a abrir la mente, a autoconocerse, que es muy importante en esta profesión, porque al final lo que hacemos es ficción de las emociones por lo que es muy importante saber las nuestras propias, que vengan también a cruzar barreras, que mucha gente viene a veces por temas de vergüenza, que aunque parezca contradictorio subirse a un escenario y tener vergüenza, es gente valiente que decide dar ese paso y mucha veces acaban descubriendo que este mundo atrapa”.
Palanka Teatro viene organizando, paralelamente a este laboratorio experimental y a las jornadas nacionales de formación escénica Cuenca a escena, un certamen de textos teatrales que alcanzó su séptima edición en 2019. La pandemia retrasó el estreno del texto ganador por parte de los alumnos del laboratorio. “Estamos valorando si abrir de nuevo ese certamen porque mucha gente, dramaturgos y dramaturgas, nos están escribiendo a ver si se va a celebrar o no, pero tenemos pendiente la representación de Solo tú sabrás si lo hicimos de Lolo Olivares, un autor sevillano que creo que se merece que, aunque sea con dos años de retraso, lo llevemos a escena”, explica Pilar que confía en contar de nuevo con la colaboración de la fundación de Cultura Ciudad de Cuenca para llevar la representación al auditorio de la ciudad. Un texto el de Olivares, dice la directora, “que es una comedia ecológica-satírica sobre el cambio climático con un humor ácido que te congela la sonrisa porque al final está hablando de un problema muy serio”.
Entre los alumnos de este laboratorio de Palanka Teatro encontramos a David que ya venía con “una cierta afición”, nos cuenta, “que descubrí hace un tiempo y mi intención es aprender”. Este joven considera la experiencia “bastante buena porque día a día es muy fructífero y bien bastante bien para todo en general”.
Nora se apuntó porque considera que “es una experiencia que me ayuda mucho a demostrar mis sentimientos, a expresarme mejor. Es una actividad que recomiendo a todo el mundo. La experiencia es muy agradable. Estoy muy a gusto y contenta con todos los compañeros”, relata.
A Moreyba le ha gustado el teatro siempre y nos cuenta que se apuntó porque “quería hacer algo diferente este año. Había oído hablar de Pilar y de Palanka y este año me decidí. Llevamos poquito, va muy bien y muy contenta”.
Sara se apuntó “porque creo que es una buena forma de conocerse a uno mismo, entender a los demás, sentir cosas nuevas. Al final te estás poniendo en los zapatos de personajes que estoy segura que alimenta también tu persona y te lo llevas ahí para toda tu vida. El tiempo que llevo es muy enriquecedor y lo noto ya en mi día a día, por ejemplo, cuando estoy en la universidad y tengo que hacer alguna exposición, noto que estomas segura, que sé qué hacer con mi cuerpo o como proyectar mejor mi voz”.
Quizás uno, ajeno a las verdaderas inquietudes de estos jóvenes, piensa que cuando se apuntan al teatro es para llegar a los grandes escenarios, pero nada más lejos de la realidad, como acabamos de descubrir. “Está bien no tener ínfulas de grandeza cuando empiezas a hacer algo”, comenta Pilar Martín. “Al principio viene la gente un poco a descubrirse y luego redescubre una afición para toda la vida, eso seguro, o incluso una profesión”.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...