Las condiciones laborales no animan a tener hijos y las ayudas son exiguas

Madrid

Las madrileñas empiezan a tener hijos a partir de los 33 años, edad en la cual suelen tener cierta estabilidad laboral.  No es la escasez de ayudas de la administración, el único motivo del déficit de fecundidad, a ello se le añaden factores económicos, laborales y sobre todo de conciliación familiar a edades en las que sería normal que las mujeres quisieran quedarse embarazadas. 

La socio-demógrafa,  Marta Seiz - Sociodemógrafa de la Universidad a Distancia, considera que no existe una sola causa por la que la que la natalidad en Madrid es una de las más bajas de la Unión Europea  : 'los costes de la crianza son elevados y la edad de reproducción suelen coincidir con la de cierta estabilidad laboral. Cuando no hay medios, las mujeres desean trabajar y entonces se pospone la llegada del primer hijo y por lo tanto la del segundo.

Medidas como la propuesta por la Presidenta Isabel Diaz Ayuso, de fomento de la natalidad, otorgando 500 euros al mes a aquellas mujeres menores de 30 años, con diez años de empadronamiento son 'una tirita para una pierna rota' para María Menéndez de la Asociación Madrileña de Familias Numerosas. En su opinión, se trata de una política sin presupuesto, que sólo puede llegar a apenas 3.400 familias. 'Esta demasiado acotada', ya que trata solo a niños y no la extiende a toda la edad de crianza que suele llegar a los 18 ó 21 años.

Las Madres Solteras por elección consideran que siguen estando invisibilizadas. Cristina Palacios apunta además que : 'esta ayuda discrimina a un colectivo que contribuye también a la natalidad que son las madres por encima de 30 años'. Añade que le correspondería la misma ayuda a una mujer embarazada, en pareja que a una mujer madre soltera : de 'nuevo se nos mete en el mismo saco que la biparentalidad mientras que nosotras contribuimos el doble en el índice de natalidad.'