Canónigo Don Mariano Liñán
Consiguió para València un sistema de abastecimiento de agua de calidad, a imagen del de París
Valencia
En la Plaza de la Virgen de València podemos ver sobre una de sus fuentes, un busto. ¿Quién es el personaje que merece presidir esta fuente de suministro de agua potable? Se trata del canónigo Don Mariano Liñán y Morelló, nacido en el Grao de València. Él fue el promotor del abastecimiento de agua potable a la ciudad de València y por extensión a toda el área metropolitana de València, dada la incorporación posterior de las poblaciones metropolitanas al sistema de abastecimiento de agua potable de la capital.
En València siempre hubo agua para beber, pero las condiciones d-5e calidad del agua no siempre fueron iguales. A principios del siglo XIX, y anteriormente, el abastecimiento de agua a la ciudad estaba basado en pozos (públicos o privados), las aguas del Túria y mediante las acequias que también servían de sistema de drenaje de la ciudad.
Drenaje de las aguas de lluvia y también de las aguas negras. Estas se infiltraban al terreno a través de unas acequias que no eran impermeables, y también a los pozos ciegos donde desaguaban muchas viviendas. Esta situación contaminaba el subsuelo, y por ende, el estrato freático del que se surtían los ciudadanos para beber. Por ello periódicamente se producían epidemias de enfermedades de origen hídrico; entre ellas, el cólera.
Consciente de esta situación, el canónigo Liñán que, además de hombre de Iglesia, formaba parte de los colectivos ilustrados de la época y era un hombre culto, y muy sensible por mejorar las condiciones de los vecinos de su ciudad, se propuso conseguir para València un sistema de abastecimiento de agua de calidad, a imagen del de Paris.
Lo que intentó promover fueron varias alternativas para conducir aguas de calidad de fuentes cercanas como las de Chiva, pero el caudal de agua necesario era insuficiente debido al crecimiento de la población que tenía València en aquella época. Estableció contactos a todos los niveles gubernativos, pero no consiguió ver el sistema de abastecimiento de agua potable que siempre deseó y falleció en 1844.
Pero no fracasó en su sueño. Viendo que el tema se le iba de las manos y le excedía, adoptó una cláusula en su testamento que fue clave: condicionó la disponibilidad de su herencia a la puesta en marcha del nuevo sistema de abastecimiento de agua potable en un plazo determinado y, a su hermano y heredero Tomás Liñán, le obligó a continuar su objetivo para el que legó para financiar el proyecto 430.339 reales en títulos de deuda pública francesa.
El hermano contactó con la Sociedad de Amigos del País (que tiene otra fuente en la plaza de los niños de San Vicente, la de “los patos”) y con el alcalde, Don José Campo (Marqués de Campo). Se formó la Sociedad Valenciana para la Conducción de Agua Potable y se involucró hasta a la Dirección General de Caminos, Canales y Puertos, al Ministro de Cooperación de la Península, Manuel Varela, y hasta la misma Corona de España, con la Reina Gobernadora Isabel II al frente.
Aunque la financiación inicial, aportada por Liñán fue insuficiente, se complementó, llegando a hacer una realidad el objetivo del canónigo.
La Comisión creada para el proyecto estuvo presidida inicialmente por el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Calixto Santa Cruz. También formaron parte de este proyecto pionero, los ingenieros Idelfonso Cerdá, que lo dejó para pasar a proyectar l’Eixample de Barcelona; y el ingeniero Industrial Leodegario Marchessaux, que lo concluyó.
Se estudiaron alternativas para disponer suficientes caudales de agua con calidad adecuada y se concluyó que la toma de aguas del Túria se instalara 400 metros aguas arriba del Azud de la Real Acequia de Moncada, en el término municipal de Manises, a casi 13 kilómetros de las Torres de Quart.
Esta obra de toma que hoy aún está operativa, es el azud que da nombre a la planta potabilizadora de La Presa, donde se instalaron las unidades de desbaste de agua del Túria, y se inicia el Acueducto que conducía una concesión de 200 litros por segundo.
La construcción del acueducto fue dura, hay tramos excavados a mano (con pico y pala) en mina. En estas tareas intervinieron presos condenados a trabajos forzados. Se dispuso de material de canterería local y ladrillos fabricados en Manises.
El acueducto conducía el agua hasta unos filtros que se localizaban en Manises, que hoy en día ya no existen, y las aguas se conducían con dos tuberías de fundición, traídas desde Inglaterra, que bajaban las aguas hasta el depósito de la Cruz de Mislata, actualmente transformado en el Museo de Historia de la Ciudad de València.
Los conductos de distribución han estado entrando agua a la ciudad por la puerta de Quart hasta hace unos 10 años aproximadamente. Hay que pensar que a mediados del siglo XIX, las murallas impedían la entrada a la ciudad hasta para el agua. Una vez dentro, la distribución de conductos se llevó por la calle Quart y calle Caballeros y San Vicente, dando agua a derecha e izquierda a fuentes que se instalaron en varias plazas, como la de Santa Úrsula, la de Calatrava (que actualmente conocemos como Plaza del Negrito) y otras como la entonces llamada “Circular” (actualmente Plaza Redonda). Además se abasteció al Ayuntamiento y algunas casas de la burguesía.
Precisamente en la fuente del Negrito es donde se llevó a cabo la inauguración del sistema de abastecimiento de agua potable el 19 de noviembre de 1850, coincidiendo con el cumpleaños de la Reina Isabel II. A partir de entonces las enfermedades de origen hídrico fueron remitiendo conforme fue extendiéndose el servicio de agua potable a toda la población, durante la segunda mitad del siglo XIX. Ha habido numerosos estudios médicos-estadísticos que así lo confirman.
El abastecimiento de Madrid, gestionado por el Canal de Isabel II, también se desarrolló durante el reinado de Isabel II, pero la necesidad por combatir las enfermedades en València y el afán del canónigo Liñán hicieron que nuestro abastecimiento estuviera ya en funcionamiento antes de agosto de 1851 cuando empezaron las obras del Canal de Isabel II.
Que se cumplan 171 del abastecimiento de agua a València no significa que la ciudad tenga un sistema de abastecimiento viejo. Todo lo contrario. Nuestro sistema ha crecido –de los 200 litros por segundo iniciales se ha ampliado hasta las concesiones de agua actuales que son de 3.000 litros por segundo del Júcar y 1.000 litros por segundo del Túria- y ha ido evolucionando con la tecnología y hemos sido pioneros en técnicas como la desinfección del agua mediante luz ultravioleta para grandes caudales o con la implantación de contadores inteligentes, siendo València una de las capitales de Europa con mayor cobertura en este tipo de registros.
Además, se han ido renovando y ampliando los conductos, las instalaciones de decantación, de filtración, de esterilización del agua, bombeos, etc. Y todo esto ha hecho que nuestro sistema de abastecimiento de agua potable de la ciudad de València sea técnicamente muy avanzado y podamos sentirnos orgullosos de él y del canónigo Liñán que tuvo una visión de futuro admirable que adelantó a València respecto a otras capitales de su época.
**Texto de Antonio Llopis, jefe de servicio del Ciclo Integral del Agua de València.