Madrid revisa a la baja sus previsiones económicas para 2021

Madrid

Los analistas coinciden en que hacer proyecciones económicas, tras la irrupción del COVID-19, es un ejercicio arriesgado. La pandemia ha provocado alteraciones muy bruscas en la actividad y la aparición de nuevas variantes, y la sucesión de olas, añaden incertidumbre al escenario económico. Lo demuestra el último análisis de la contabilidad trimestral de la Comunidad de Madrid, que ha presentado el gobierno regional, y que incluye una revisión a la baja de las previsiones. También, una importante corrección de los datos ofrecidos tres meses antes.

El Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid estima que el PIB regional crecerá en este 2021 que estamos a punto de terminar un 5,5%, una décima menos de lo que lo hará el conjunto de España. Es una corrección a la baja de nueve décimas respecto a la cifra que puso ese mismo organismo sobre la mesa el pasado verano. La previsión ahora es que parte de ese crecimiento se retrase hasta 2022, cuando la economía madrileña avanzará -según estos cálculos- un 6,3% anual, frente al 6,1%, que se pensaba hace tres meses. Si esas proyecciones se cumplen, el año que viene la región sí crecería más que el conjunto del país, en torno a cuatro décimas más.

“Madrid está creciendo en este último año más que la media nacional, a pesar de Filomena y de las distintas olas que han ido atravesando estos trimestres”, ha asegurado el consejero de Economía, Javier Fernández-Lasquetty, apoyado en los datos interanuales que deja el periodo de julio a septiembre. En ese periodo –y según la Comunidad- la economía madrileña saltó un 4,5%, si se compara con el verano anterior; frente al 2,7% que lo hizo la economía nacional, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En todo caso, estas magnitudes hay que tomarlas con cierta precaución porque en los últimos tiempos la revisión de datos ya publicados se ha vuelto una constante. Ocurrió en el segundo trimestre, cuando el INE avanzó que la economía nacional había crecido un 2,8% en ese periodo y luego corrigió el dato para dejarlo en un mucho más modesto 1,1%. Lo mismo le ocurrió a la Comunidad de Madrid, que en verano comunicó que su PIB había crecido durante la primavera un 1,6%, cuando en realidad lo hizo un 0,3%, como ha reconocido hoy de forma implícita el propio Fernández-Lasquetty.

“En el segundo trimestre el crecimiento fue de un 0,3, ahora es de un 0,9; y, en el primer trimestre, el crecimiento había sido decrecimiento, una caída del 1,2%”, ha informado el consejero, que en ningún caso ha explicitado que se trataba de una corrección respecto a los datos ofrecidos anteriormente. Tampoco el cambio en las previsiones para el conjunto de 2021 y 2022. Ni en sus declaraciones, ni en la documentación entregada a la prensa, se comparaban estos datos con los ofrecidos tres meses antes.

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El objetivo de la rueda de prensa era otro: sacar pecho de la evolución económica. “Consideramos que vamos a alcanzar los niveles –de actividad- prepandemia en el primer semestre del próximo año”, ha vaticinado el mandatario popular, contraponiéndolo con la previsión para España, “que lo hará a finales”, según ha dicho. Esa ventaja en términos de PIB que pronostica el consejero no alcanza a la cifra de parados. Madrid es una de las cuatro comunidades autónomas -junto a Baleares, Comunidad Valenciana y País Vasco- que aún no ha conseguido rebajar sus cifras de desempleo por debajo de las que tenía antes de la llegada del COVID-19. Se conseguirá “en torno a la mitad de 2022”, ha respondido Fernández-Lasquetty, que asegura que “la marcha es buena”.

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El consejero madrileño ha calificado la propuesta que ha enviado el Ministerio de Hacienda para reformar el sistema como “unilateral, incompleta e indefinida”. El gobierno madrileño echa de menos más interlocución con el departamento que dirige la socialista María Jesús Montero en este asunto. “Lo ha hecho consigo mismo”, ha llegado a decir Javier Fernández-Lasquetty. La propuesta ministerial adolece, según la Comunidad, de un enfoque global sobre el modelo. “Se centra solo en el concepto de población ajustada”, ha reprochado el popular en referencia a uno de los mecanismos de ponderación de los fondos.