Gonzalo Miró: "Los cocineros agradecen el nivel de popularidad que ha adquirido la cocina entre la gente"

Asturias

El programa del 'Congreso del Bienestar y la Gastronomía. Cocina de Paisaje' -organizado por la Cadena SER, con el patrocinio del Gobierno del Principado y la colaboración del Ayuntamiento de Avilés y Ternera Asturiana- será el punto de encuentro de diversas personalidades del mundo de la cocina, pero también de aquellos que ha pasado por los fogones de forma colateral. Es el caso de Gonzalo Miró, presentador y participante de MasterChef Celebrity el año pasado.

El madrileño será uno de los protagonistas de la mesa redonda '¿Pero quién mata a los grandes chefs? Los concursos de televisión y la gastronomía, cuando las audiencias pueden comerse el talento' junto a Boris Izaguirre, Mayte Carreño y Fernando Huidobro en unos diálogos que conducirá Toni Massanés. Miró ha reconocido en SER Gijón que "la cocina está en un nivel de popularidad en la sociedad que los cocineros agradecen mucho. A la gente le gusta indagar y cuando vas a los restaurantes ya no se conforman con un filete con patatas, quieren que el chef se trabaje los sentidos del comensal y en eso ha tenido mucho que ver la tele". Para el presentador "la gente se ve capaz de hacer cosas, investigar, practicar en casa y creo que eso influye en el éxito del programa".

Miró llegó a MasterChef sin saber hacer nada. De hecho, ha reconocido que "no había cogido una sartén en mi vida" y su gran miedo, cuando le propusieron participar, era ese: "No sabía ni hacer un sofrito". A partir del sí, "me puse a dar clases como un loco. La evolución en tres meses fue muy grande, pero absolutamente estresante y agotadora", ha señalado. Fruto de ese estrés, un ejemplo: "Me despertaba a las cuatro de la mañana soñando con tomates". Pese a que se trata de un programa donde se lo pasan bien, ha apuntado que, al final, "quieres hacerlo lo mejor posible por superarte a ti mismo".

Ribadesella y el Sporting

Gonzalo Miró ya conocía Asturias, "una tierra fantástica" y a la que volvió recientemente a ver su amigo, el periodista José Joaquín Brotons. Su primer contacto fue en Ribadesella, cuando vinieron a grabar con el programa. "Era un día muy feo, pero fue muy divertido. Tuve la posibilidad de cocinar con Flo y me pareció precioso. El día antes dimos unos paseos por la playa y es un sitio en el que se come fenómeno".

También recuerdos del Sporting. Concretamente uno, el del gol que supuso el final de la imbatibilidad de Abel Resino como guardameta del Atlético de Madrid. "Lo tenía en 1.200- 1.300 minutos y recuerdo perfectamente el gol, fue como con suspense. Partido a partido se iba incrementando el minutaje y la expectación por ver quien marcaba. Al final fue el Sporting y, curiosamente, el gol de Lucho (Luis Enrique)", ha recordado.

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