Horarios

Córdoba

Desde que no hay toque de queda, salimos a la calle a todas horas, sin importar el frío que haga, respirar al aire libre aunque se nos enfríe la nariz, y es normal querer sentir esa libertad cuando toda nuestra vida está estructurada, todo depende de un horario: el colegio, el trabajo, a qué horas comemos, qué días podemos comprar, cuando debemos descansar...

Últimamente hasta marcarse un horario para poner la lavadora se convierte en una actividad que precisa de matemáticas: ¿a ver a qué hora la pongo para que, cuando esté terminando, no entre en la hora más cara del día? Y encima mira el tiempo para asegurarte de que cuando la tiendas no esté lloviendo... Puede resultar incluso cómico...

Pero no, no lo es, reflexiono sobre esto y pienso que es increíble como una empresa que, bajo mi punto de vista, debería ser pública maneja nuestro tiempo a través de una necesidad básica.

¿Qué malabares debe de hacer una familia para usar algo tan primario y no llegar a facturas impagables?

¿Hasta donde va a llegar esta broma?"