Un barrio de pescadores en el centro de València
El perímetro de este barrio se formó y ubicó entre las actuales de les Barques, Pascual y Genis, Lauria y la antigua del Sagrario de San Francisco que ahora formaría parte de la plaza del Ajuntament
NaN:NaN:NaN
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1639665354012/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Valencia
"La València olvidada" se ha desplazado este jueves hasta el barrio de pescadores. Pero lejos de lo que se cree respecto a este barrio, no estuvo ubicado en los poblados marítimos, sino en pleno centro de València.
Las autoridades habían dedicado a los pescadores una zona alejada del mar cuando venía la época invernal y los marineros no faenaban, así podían estar a salvo de las inclemencias del tiempo en las zonas marítimas de pesca.
El perímetro de este barrio se formó y ubicó entre las actuales de les Barques, Pascual y Genis, Lauria y la antigua del Sagrario de San Francisco que ahora formaría parte de la plaza del Ajuntament. Como se ve, era un cuadrado con edificios sencillos donde los pescadores tenían su vida propia. Calles como Entenza, Trabuquet, después Timoneda, Rey Don Pedro, Jurados, de les Parres, de las Flores… pasaron a la historia en el callejero del popular barrio.
Destacaba una ermita dedicada a la Verge de la Bona Via, patrona de los pescadores. Se le dedicaban fiestas e incluso se imprimieron unos gozos que los vecinos cantaban en su deseo de alabanza y también para que los protegiera de los peligros de la mar.
En 1865 el barrio se vio salpicado por el terrible azote del Cólera Morbo, epidemia que tuvo su origen en la calle Rey Don Pedro, siendo su importador y primera víctima un francés que había llegado a nuestra ciudad procedente de Egipto. Al día siguiente murió también la dueña de la casa y otros vecinos que ya habían sido conducidos al Hospital. En 1870, de nuevo una epidemia de fiebre amarilla procedente de Barcelona, afectó al Barrio de Pescadores y calles adyacentes, especialmente la de las Barcas.
A últimos del siglo XIX el barrio pronto se convirtió en “indeseable” porque los pescadores marineros lo habían abandonado y decían que allí había gente de mal vivir. Tabernas, cafetines, prostíbulos… Lo bien cierto es que su mala fama y debido a su insalubridad, hacía ya tiempo que las autoridades querían poner remedio, argumentando el peligro de las epidemias, de forma que los primeros intentos de urbanización y saneamiento del lugar databan de 1877 y correspondían a un plan propuesto por el Ayuntamiento bajo el título de Reforma del barrio de Pescadores. También se advirtieron diversos movimientos de oportunidad especulativa, ya que sus céntricos solares eran bocado apetecible para constructores e inversionistas.
Demolido entre finales del siglo XIX y principios del XX se alzaron nuevas calles como las que vemos en la actualidad (calle de Pérez Pujol y calle de Correos). También nuevos edificios que dieron otro aspecto más señorial y sobre todo administrativo: El Palacio de Correos, el Banco de España, el Hispano Americano...
** Rafa Solaz, documentalista y bibliófilo