Historia del barrio de La Magdalena
En compañía de Manuel García Parody, visitamos este pequeño barrio cuyos vecinos se dedicaban a la cría de gusanos de seda. En la plaza que lleva su nombre se encuentra la primera de las iglesias fernandinas de Córdoba, y por sus calles procesionaba, cada Viernes Santo, la confradía del Santo Crucifijo
Historia del barrio de La Magdalena. Con Manuel García Parody
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Córdoba
Situado entre los barrios de San Andrés, San Lorenzo, el Cerro de la Golondrina, Santiago y San Pedro, encontramos este pequeño barrio cordobés "cuyos vecinos se dedicaban a la cría de gusanos de seda y a la actividad textil", según nos ha contado Manuel García Parody.
La plaza
Visitar este barrio es detenerse en su plaza, uno de los pocos espacios abiertos con los que contaba esta zona del casco histórico de Córdoba. Aunque no siempre presentó el mismo aspecto ajardinado y cuidado que luce ahora. Manuel García Parody recuerda que "durante muchos años, esta plaza fue un espacio terrizo que se convertía en un lodazal cuando llovía".
Devoción al Buen Ladrón
Con ayuda de nuestro historiador, hemos conocido que cada Viernes Santo "procesionaba por las calles de Córdoba la cofradía del Santo Crucifijo, cuya sede se encontraba en la calle del mismo nombre, donde permanecía abierta al culto la ermita de San José", actual sede de la UNED.
De las imágenes que formaban el cortejo la más popular era la de San Dimas, el Buen Ladrón que fue crucificado junto a Jesucristo " y que protegía a los fieles del barrio de la presencia de ladrones". Para ello, según nos cuenta Parody, los fieles "tenían que aportar aceite a la lámpara que ardía ante la imagen de San Dimas".
La iglesia de la Magdalena
Es el edificio más emblemático del barrio y "la más antigua de las iglesias bajo medievales de Córdoba", apunta Parody. Un templo que dejó de funcionar como tal en el año 1956, "debido a su mal estado" y que más tarde, en 1990 sufrió "un pavoroso incendio tras el cual se restauró y desde entonces se utiliza como espacio cultural".
Nuestro historiador recuerda también que "La iglesia de la Magdalena tenía el privilegio de ser la primera en hacer repicar sus campanas el Sábado de Gloria".