El mercado de Navidad se convierte en escaparate para la artesanía de Cuenca

Cuenca

Durante la Navidad, en horario de 11,00 a 14,30 y de 17,00 a 21,00 horas, el mercado instalado en el centro de Cuenca, en la calle Carretería y en plaza de la Hispanidad, ofrece al público un amplio abanico de productos entre los que predomina la artesanía local. De los 35 puestos habilitados, once corresponden a creadores de la Asociación Provincial de Talleres Artesanos Conquenses (Aptaco). En Hoy por Hoy Cuenca hemos recorrido las casetas para conocer la variada oferta de este Mercado de Navidad.

Aceites y quesos de Cuenca

Jorge tiene en su caseta productos elaborados con aceite de oliva como jabón o crema de manos, gel, champú o cacao de labios. Y por supuesto el propio aceite en distintas variedades como virgen, virgen extra o ecológico. Esta empresa es de la localidad conquense de Puebla de Almenara y comercializan sus productos bajo la marca de Almenara. “Aceite de calidad de primera prestada y de elaboración en frío, extraído de aceitunas de olivos del pueblo y alrededores”, explica Jorge.

De Torrejoncillo del Rey es Javier y sus quesos “tiernos, semicurado de oveja, pasteurizados, curados de leche cruda en distintas variedades como manteca, aceite o curación natural”, nos cuenta. “Es una empresa familiar que empezó mi padre hace unos sesenta años y todavía seguimos con la tradición”, explica Javier que nos recomienda el queso en manteca.

En otra de las casetas encontramos piedras, fósiles y minerales ensartados para formar pulseras, colgantes, anillos o pendientes. El colorido de los objetos conforma un caleidoscopio de elementos que, además, se venden asociados a creencias sentimentales. “El cuarzo rosa favorece el amor, la paz y la tranquilidad”, explica Eva María. “Cada piedra tiene su significado. La turquesa trae la buena suerte, la pirita el dinero, la bronsita combate el agotamiento, el jaspe rojo aporta energía y apoya la vitalidad”.

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La magia de la Navidad

Se dice que la magia renace en la Navidad y en este mercado la ilusión la pone el Mago Albert en otra de las casetas donde lo encontramos haciendo juegos de magia y con una amplia oferta de juegos y elementos para desarrollar ilusiones destinados a todos los públicos. “Tenemos juegos e ingenio y puzzles, el clásico cubo de Rubik, pasatiempos divertidos, rompecabezas con bolitas, barajas, baritas mágicas, juegos de magia para niños y para adultos·, enumera Alberto. “Son juegos muy sencillos de realizar en los que no hace falta tener una habilidad ni una técnica especial”.

Artesanía conquense

Los artesanos de Aptaco tienen una amplia presencia en este mercado navideño de Carretería. En total once casetas. Miguel Ángel de la Torre oferta un amplio catálogo de juguetes de madera: “Sonajeros, espadas, cocodrilos, patos, caracoles, arbolitos, caritas mágicas, juegos de mesa, peonzas, yoyós, trenes, aviones, coches, percheros…”, nos enumera este artesano de la carpintería. “Todo de madera, artesano y hecho a mano pieza a pieza”.

Conrado Córdoba es el actual presidente de Aptaco y su especialidad es el vidrio Tiffany con un amplio surtido de obras diseñados y elaboradas por él como misterios de Navidad, angelitos, árboles, hadas o lámparas. “Este mercado es para nosotros un punto de venta muy importante”, nos dice.

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En la siguiente caseta encontramos “fundas de libros personalizadas labradas y decoradas a mano, minimonederos, fundas de navaja decoradas con la técnica del mateado, carteras de diferentes tamaños, colores y diseños pintadas y hechas a mano, vaciabolsillos de varios moldes y tamaños, mochilas, bolsos, pendientes y guitarrillos”. Es la oferta de la artesanía en cuero de Esther Toledo que se inspira para sus creaciones “en la naturaleza combinando colores formas y diseños”, como nos explica Ana, que atiende este puesto.

La joyería de piedras naturales, plata, cobre y oro de Laia Artesanos se expone en otra de las casetas y nos lo cuenta Roberto, su pareja. “Ella compra las piedras semipreciosas y realiza mezclas buscando tonalidades y diseños”, nos cuenta. Además, Ana trabaja en vivo en esta caseta en distintos momentos del día.

La artesana Rocío ofrece “ropa decorada, con modelos divertidos, ochentenos, con mucho color y fuerza” en el puesto de Trapitos de Colores. En la caseta hay “chaquetas, sudaderas, jersey, faldas, cojines, gorrinos de niños y adultos”. Rocío cose, corta, pinta “y lo intento vender”, nos dice esta artesana de decoración textil que incorpora elementos pop como Mafalda, el Principito o la Bruja Avería.

Fernando Moya es un experimentado artesano que ha traído a este mercado de Navidad su cerámica y sus acuarelas. La primera es “actual, con esmaltes más modernos, dejando atrás lo clásico”, nos cuenta. En el puesto vemos jarrones, bandejas, servilleteros, huchas, relojes, joyeros, lámparas y otros objetos decorativos. En la pared del fondo de la caseta cuelgan sus pinturas de estilo urbano con paisajes de Cuenca en los que no se disimula ningún elemento. “Me gusta la belleza de lo cotidiano, la ciudad, el ruido, la gente, el movimiento, me gusta que tenga vida y me gusta plasmarlo así”.

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El color se apodera del puesto de Óscar Moreno, diseñador conquense que ha popularizado la marca Colores en los últimos años con sus creaciones. Las fachadas caleidoscópicas del casco antiguo de Cuenca son su inspiración para trasladar su particular estilo a objetos como “cuadros, libretas,, tazas, posavasos, puzzles, abanicos, reglas, llaveros, calendarios, calcetines o los clásicos juegos de la oca y el parchís”.

El puesto que mejor huele en este mercado de Navidad de Cuenca es el de Lavandaña, las artesanas de Huete que elaboran “perfumes, gel de ducha, ambientadores, sales de baño, arenas neutralizadas, sacos térmicos y de flor seca, y licores, todo a base de la esencia de lavanda de nuestros campos alcarreños, como nos explica Mercedes del Loro.

Terminamos el recorrido en la caseta de Begoña, la artesana creadora de la marca Petit Petú donde encontramos “bufandas, pitilleras, coleteros, monederos, discos desmaquilladores, bolsos, riñoneras, pistoleras,…”, nos cuenta. “Es una artesanía textil. Todos los productos que hago son únicos y exclusivos. No hay dos iguales. Los tejidos son étnicos y geométricos, africanos, japoneses o manchegos, que son los que más me gustan porque soy manchega, y todo combinado con mucho color”.