Torregalindo celebra su cabalgata y belén viviente más especial

Torregalindo

La llegada de una maestra llamada Carmen, en las Navidades de 1985, supuso una revolución en Torregalindo. Fue el inicio de un Belén Viviente y Cabalgata que año tras año se han ido consolidando como uno de los actos más bonitos y espectaculares de la Navidad de la Ribera. Y de Castilla y León. Tanto es así que en los próximos meses la localidad aspira a convertir esta actividad en Fiesta de Interés Turístico Regional.

“La denominación es un respaldo a la forma de trabajar del medio rural para pueblos que pese a sus pocos medios y dificultades sean capaces de hacer cosas tan grandes. Lo pedimos por eso y porque las condiciones las cumplimos; te piden llevar 20 años y nosotros llevamos 37. Hay muchas generaciones que han sido Niño Jesús, luego Virgen, y aún siguen participando. Creemos que es algo que se continuará en el tiempo”, explica Leonor de Diego, presidenta de la Asociación Conde Galindo de la localidad.

Explica de Diego que esta “es una ambientación teatral en su conjunto”. "Nos sumergimos en el siglo I y todo el pueblo se engalana. Nos disfrazamos unas 250 personas cuando en el pueblo de continuo viven unas 70; viene mucha gente de fuera. Tenemos un mercado con morcilla, sopas de ajo, patatas asadas… Eso se vende, pero las alfombras o las joyas no, eso es puro teatro”, avisa, concretando que se habla de que en anteriores ediciones han podido acudir en cada tarde del 5 de enero unos 5.000 visitantes.

Como hay una gran dispersión de los espacios, se pretende llevar a cabo este 2022 la siguiente edición aunque contando con la colaboración de los vecinos y asistentes. “Nosotros las mayores medidas tomadas es que pediremos que la gente se ponga mascarilla, incluso los figurantes. Luego haremos flujos de gente, intentaremos que vayan marcados. Será igual de amplio igual que otros años, y en los sitios que haya comida pediremos que la gente se lo tome apartada o lo deje para casa, porque por ejemplo los dulces los venderemos en bolsitas cerradas, aunque el chocolate y las sopas de ajo entendemos no se pueden dejar”, dice con humor de Diego, resaltando que en esta ocasión todas las representaciones serán en el exterior, y con la esperanza de que Torregalindo, pese a la pandemia, vuelva a ponerse en el mapa un año más.