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La Navidad, una prueba de fuego para los alcohólicos: "Podemos recaer en cualquier momento"

Las terapias o grupos de ayuda para superar el alcoholismo incrementan sus miembros en enero, una vez finalizan los días festivos

La Navidad, una prueba de fuego para los alcohólicos: "Podemos recaer en cualquier momento"

La Navidad, una prueba de fuego para los alcohólicos: "Podemos recaer en cualquier momento"

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Madrid

Jose se enfrenta a sus terceras Navidades sobrio. Hace exactamente dos años y siete meses llegó a su límite: no podía seguir bebiendo más. Su adicción al alcohol, que comenzó a desarrollar en la adolescencia, le ha acompañado durante décadas, dañando su salud y afectando a sus relaciones personales. Ahora, a sus 50 años, este madrileño sigue en recuperación, porque confiesa que "siempre tienes que estar alerta", no se puede bajar la guardia ante el alcoholismo. Un estado de autocuidado permanente que se vuelve indispensable en épocas festivas, sobre todo, en Nochevieja y Año Nuevo. Las recaídas tras las fiestas navideñas son una tónica habitual de cada mes de enero.

El aumento de la publicidad de bebidas alcohólicas y las múltiples celebraciones sociales, donde se normaliza consumir estas sustancias psicoactivas, son algunos de los riesgos que deben sortear las personas con alcoholismo. El doctor especialista en conductas adictivas y presidente de Socidrogalcohol, Francisco Pascual, asegura que la Navidad especialmente, Nochevieja se trata de un punto de inflexión en la recuperación de estos pacientes. "Los servicios de urgencias reciben muchas personas con intoxicaciones etílicas. Y cuando pasa el periodo vacacional se ve que la gente acude a las terapias de grupo o que el índice de recaídas se incrementa bastante. Las primeras semanas de enero te encuentras con gente que ha recaído o que han estado dos o tres semanas sin venir y luego retoman el tratamiento", apostilla.

Este incremento se nota tanto en centros de atención de adicciones como en colectivos de recuperación. Jose es miembro de uno de los más de 70 grupos de ayuda que Alcohólicos Anónimos tiene en Madrid capital. Normalmente a las reuniones semanales acuden entre 10 y 15 personas. A ellos se suman en enero dos o tres asistentes más de media. Algunos van por primera vez, otros por una recaída. Jose conoce las dificultades de estas fechas en su propia piel: "Las primeras Navidades pensé que consumiría alcohol, porque está esa costumbre social de beber tanto, de quedar. Podemos recaer en cualquier momento, no estamos libres ninguno".

Este madrileño confiesa que pasó sus primeras Navidades de abstinencia "tenso, ansioso, con nervios" y con constantes impulsos para beber. Ahora su vida ha cambiado 180 grados. Es otra persona. "Tengo mucha tranquilidad y serenidad estos días, estoy limpio", celebra con orgullo. Actualmente sigue tratando su adicción asistiendo a reuniones colectivas con otros hombres y mujeres que comparten su mismo problema y, a la vez, ayuda a otros que pasan por el camino que él recorrió hace más de dos años y medio. Jose explica que los recién llegados a los encuentros de Alcohólicos Anónimos son los que se muestran más inseguros y preocupados los días previos a Navidad. Muchos incluso necesitan acudir a más reuniones semanales durante esta etapa vacacional.

Ana Sion, psicóloga en la unidad de desintoxicación alcohólica del Hospital 12 de Octubre de Madrid, asegura que semanas antes de estas fechas se comienza a preparar a los pacientes en las terapias de rehabilitación. "Es una etapa más vulnerable, porque está llena de emociones, de reuniones con la familia y hay muchos peligros, como la presión social por tomar algo o riesgos emocionales. Pueden surgir conflictos familiares o duelos por ausencias", añade. La anticipación para evitar posibles recaídas depende mucho de la fase de recuperación en la que se encuentre cada persona. No es lo mismo, explica Sion, alguien que ya ha pasado por un proceso terapéutico, que lo tiene "más rodado y sabe cuáles son las claves", que alguien que todavía no ha dejado de beber o lo ha hecho recientemente.

La primera recomendación para cualquiera de ellos es que pidan ayuda, ya sea psicológica, en centros de Atención Primaria, grupos de alcohólicos o con personas de su confianza. La segunda clave está en "trabajar mucho la evitación". Sion lo ejemplifica con varios supuestos: "Tratamos de eludir situaciones de riesgo. Para ello damos pautas, algunas bastantes simples, como sentarse al lado de personas que no beban, comunicar su malestar o saber irse de una fiesta en caso de tener ansiedad. Es una respuesta de protección". La experta en adicciones insiste en que hay que tratar previamente con los pacientes cuáles son las consecuencias de recaer y de que terminen con su sobriedad, que asuman qué conlleva romper con los progresos conseguidos.

No hay estadísticas oficiales de cuántas personas sufren alcoholismo en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, la última Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Otras Drogas de 2019 —se publica cada dos años— refleja que el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida en la región. Un 91,4 % de madrileños lo ha probado alguna vez, un 74,5% en el último año y un 6% en el último mes, mientras que un 8,1 % lo toma a diario. Jose sabe que este es un problema social que persiste año tras año. Él sigue avanzando en su recuperación y no duda en compartir sus progresos con otras personas en su misma situación. "Nadie te comprende mejor que un alcohólico porque hemos vivido lo mismo. Si estás muy mal llama a otro compañero", concluye.

Minerva Marcos López

Minerva Marcos López

Periodista en Hora 14. Antes redactora en cadenaser.com, en Radio Madrid, el programa Hoy por Hoy y...

 
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