El barrio del Cementerio de Alicante: transformar la frustración en regeneración

Alicante

Alejado de la fachada marítima y del centro está el Barrio del Cementerio.

La ONG Arquitectura sin Fronteras lleva desde 2017 trabajando en esta zona de Alicante. Primero, con diagnóstico y desde 2019 con acciones para hacer más habitable una zona "olvidada" y degradada.

En ella viven entre 800 y 1.000 personas en unas 200 viviendas. Ahora bien, un cuarto de ellas no cumple con las condiciones mínimas de habitabilidad y están identificadas como "infraviviendas".

Ampliar

Daniel Millor es miembro de la ONG, que plantea una regeneración urbana participativa ante la "ausencia" de respuesta por parte de la administración y ante los graves problemas que presentan las viviendas, con humedades por goteras o terrenos en muchos casos sin redes de evacuación.

Y es que en esta zona "las aceras no se renuevan desde hace 50 años, o incluso más, y hay parcelas vacías, sucias que solo se limpian el Día de Todos los Santos al ser camino obligado hacia el cementerio municipal", ha señalado, "por lo que hay mucha frustración vecinal por el olvido".

Explica, además, el déficit de espacios públicos y comunes, lo que les hizo ponerse a trabajar pensando de qué manera generar obra y que el impacto se quedase en este barrio para dignificarlo y transformar la frustración en regeneración. Así, han formado a personas en escuelas taller que a su vez enseñan las competencias a gente que no las tiene.

Arquitectura sin Fronteras ha intervenido en 15 viviendas desde 2019 y ya en 2020 aborda la rehabilitación de viviendas de manera integral, completa, que se ejecuta por fases cuando va llegando financiación. Además, han puesto en marcha, desde el pasado año, un huerto que trabajan los vecinos y vecinas.

Ampliar

Desde la administración no se propone nada, lamenta, y el Vial de los Cipreses no se considera un barrio de acción prioritaria a pesar de que muchas familias vienen de otros asentamientos.

La gente que lleva ahí toda la vida ha visto cómo ha trasncurrido el tiempo sin que se produzcan inversiones y desde el tanatorio al cementerio no se puede caminar por unas aceras que están totalmente intransitables.

Los propietarios, en muchos casos, no tienen dinero para rehabilitar la casa, o bien se han desentendido, y gracias la intermediación de Arquitectura Sin Fronteras quienes la han alquilado en lugar de pagar alquiler, trabajan y hacen obra: arredamiento a cambio de obra. De esta forma, la persona inquilina se compromete a participar a la altura de sus posibilidades en la adecuación de la vivienda para cofinanciar gastos de materiales o con mano de obra junto a la ayuda que recibe la organización.