La tragedia de Mislata

Valencia

No hay suficientes palabras para consolar a las dos familias que han sufrido la pérdida de sus dos pequeñas en el trágico accidente de la feria de atracciones de Mislata. No las hay, y como nos las hay sobra cualquier afirmación que yo pueda hacer, porque el dolor en estos padres y madres, de esos abuelos y abuelas, permanecerá para siempre en sus corazones.

Así, solo me queda mostrar mi solidaridad con los familiares de las fallecidas y de los heridos y exigir celeridad en la investigación. Celeridad para que se esclarezcan pronto las circunstancias de la tragedia para determinar si hubo algún tipo de negligencia. Si es así, será necesario que se depuren todas las responsabilidades, las directas y las indirectas, hasta llegar a las últimas consecuencias, caiga quien caiga.

Y por último, aprender la lección, tomar nota de lo ocurrido, revisar las normas y endurecer los controles, para evitar que se vuelvan a producir de nuevo desgracias como esta.